El Caupolicán estalla con rock y colores

* La banda japonesa An Cafe hizo cabecear y bailar a los entusiastas asistentes.

An Café definitivamente sonará ajeno a los oídos del público rockero occidental, pero cabe decir que son una banda con más de cinco años de trayectoria y grandes grupos de admiradores a nivel de culto en todo el mundo. Como era de esperarse, Chile no se mantuvo distante de esta realidad y los fans locales de la escena japonesa pudieron por fin darse el gusto de disfrutar de su presencia en vivo, en una carismática visita que no dejó indiferente a ningún individuo dentro de aquel animado recinto.

Las calles comenzaron a llenarse de frenéticos fans a partir de muy temprano en la mañana, quienes comenzaron a enloquecer cuando se abrieron las puertas del recinto a eso de las 19 horas. El número total de asistentes no logró llenar la capacidad total del recinto. Definitivamente, el J-Rock es un estilo musical al que aún le falta mucho camino por recorrer en términos de presentaciones en vivo en este lado del mundo y es un poco impulsivo tener la expectativa de repletar coliseos de esta envergadura con una banda perteneciente a un área en desarrollo.

Las luces se apagaron a las 21 horas y se dio comienzo de manera oficial a la presentación de An Café en Chile. El tema de introducción era una agitada y entusiasta base electrónica que hizo saltar y gritar a todos los asistentes. El primero en entrar a escena fue el baterista Teruki, seguido por Yuuki en los teclados, Kanon en el bajo, Takuya en la guitarra y finalmente Miku en la voz.

Dieron inicio al show con su tema “Cherry Saku Yuuki” y de inmediato el público comenzó a corear las letras de sus canciones en japonés a toda voz. Contaban con un agradable juego de luces que acompañaba la melodía de su música. Los integrantes se notaban muy enfocados en lo suyo y se mantenían en sus lugares. Su tema de inicio poseía una notable esencia rockera acompañada de un notable juego de secuencias por parte del tecladista. Fue remarcable el gran número de cámaras y celulares que se levantaron al comenzar su presentación, enfocando a los artistas desde todas partes del recinto.

A continuación, presentaron su tema “Tekesuta Kosen” en donde el vocalista ejecuta una particular coreografía con sus brazos acompañado de un pandero, la cual parecía ser de conocimiento general de sus fans, ya que todos la seguían de manera simultánea. Sorprendentemente, el vocalista hizo uso de registros guturales en varias ocasiones, lo que fue notable considerando que su esencia es principalmente melódica y su apariencia es todo lo contrario de lo que hemos visto en un vocalista que trabaje el canto extremo.

Luego la banda hizo su primer cambio de instrumentos, mientras el vocalista retocaba su cabello y maquillaje frente a un pequeño espejo, lo que se convirtió en algo frecuente y que fue realizado prácticamente luego de cada tema.

El vocalista y la banda interactuaban con el público entre tema y tema siempre que se presentaba la ocasión, y notamos como hacían uso de la palabra “Nyappy” de manera muy frecuente. Esta es una expresión inventada por la banda hace mucho tiempo y creció en popularidad para convertirse en un saludo cotidiano entre ellos y sus fans, que utilizan prácticamente para todo. Repitieron este saludo hasta el cansancio tanto en las pausas como dentro de las mismas canciones.

Continuaron su presentación con los temas “”Kamayu’s Rick” y “Summer Dive” las que denotaron un gran contraste entre cada una ya que la primera poseía una esencia mucho más punk y rockera en la que hubo más canto gutural por parte de Miku y mucho más movimiento y desplante de la banda, mientras que el segundo se trataba de un tema bastante más lento y melódico que sirvió para calmar un poco las revoluciones.

Sin mucho espacio entre tema y tema, presentaron sus éxitos “Zetsubou” y “Orange Dreams”, en donde encontramos un sonido concentrado en el trabajo de tecladista y vocalista en conjunto. Si bien el público se prendió mucho con el primer tema, el siguiente le sirvió al vocalista para llegar a un tono mucho más melancólico, melódico y dramático que hacia mover lentamente los brazos de la audiencia de un lado hacia otro.

Mientras la banda volvía a cambiar sus instrumentos, el público se mostró carismático gritando a coro las palabras “Ai shiteru”, que en japonés significa “te amo”, y que se convirtió en algo bastante característico y recurrente por parte de los fans chilenos y que ya ha sido visto en todas las presentaciones de bandas japonesas que ha habido hasta la fecha.

El siguiente tema, “Aroma”, convirtió el lugar en una verdadera fiesta, con los integrantes corriendo de un lado a otro, el público saltando y aplaudiendo sin parar al ritmo de la frenética melodía, todo esto mientras el vocalista presentaba a cada uno de sus integrantes durante la canción.

A continuación, el tecladista abandona su puesto y toma el micrófono para interactuar con el público y cantar junto con el vocalista a un ritmo vocal un tanto rapero, mientras presentaban una pegajosa coreografía entre rima y rima. Este tema poseía una esencia mucho más alegre e infantil.

Tras terminar su canción y volver a sus correspondientes puestos, la banda se dio el tiempo de hablar con el público poniendo en práctica su español, el cual les habrá generado más de un problema el descifrar cómo pronunciar palabras en nuestro idioma. Todos hablaron un poco diciendo cosas como “hola Chile, los queremos mucho, gracias” etcétera.

Luego llegó uno de los momentos más peculiares de toda la presentación. Presentaron su tema “Duck no Magical Adventure’”, en donde Miku utilizó distintos juguetes durante la presentación, mientras cantaba imitando la voz del Pato Donald. Pateó una pelota de fútbol hacia la galería del recinto, sacó dos peluches del pato en cuestión y terminó usando un chipote chillón con el que le pegaba en la cabeza a los fans que se encontraban más cerca.

Luego del bizarro momento, la banda volvió para presentar tres éxitos más, los que utilizaron para cerrar e ir a descansar tras bambalinas luego de una energética presentación que dejó agitados a todos los asistentes.

El público aclamaba su regreso y los músicos llegaron luego de pocos minutos y de un breve sound check por parte del staff nipón. La banda regresó vistiendo camisetas nuevas y con una actitud mucho más agresiva que antes. Sus temas comenzaron con un sonido melódico y tranquilo, pero luego pasó a un tono mucho más agitado. Miku corría desenfrenadamente mientras abría una botella de agua tras otra, escupiendo agua a la audiencia sin parar, pasando de un lado a otro y bajando al escenario para estar más cerca de su público. A estas alturas de la presentación, la banda era imparable.

Para finalizar, la banda se despide con “Smile Ichiban Li Onna”, en donde Miku se encontró con la sorpresiva acrobacia de un fan que escaló por la amplificación del escenar
io para abrazar a Miku, lo que requirió el actuar del personal de seguridad del evento, a lo que Miku respondió con una sonrisa y sin hacerse mayor problema al respecto.

El show terminó con un público totalmente conforme, una banda completamente feliz y entusiasta que prometió volver en el futuro. Pasaron muchos minutos sobre el escenario antes de retirarse completamente, tiempo que utilizaron para tomar una foto grupal con la audiencia a sus espaldas.

Si bien la primera vista An Café parece ser la de una banda de tono delicado e infantil, los músicos demostraron que pueden hacer de una presentación en vivo una fiesta de rock bastante particular, propia de su cultura basada en lo bizarro y experimental, y que es capaz de llegar con fuerza a los más lejanos rincones del mundo.

Por Francisco Fuentes
Fotos por Bianca Zapata

Abril, 2009

Exclusiva con la vocalista Angela Gossow: “Disfruto todo lo que hago en Arch Enemy”


La sorprendemos bebiendo una gran taza de té verde en uno de los escasos momentos en que toma un relevo en su agitada vida de cantante de rock para regresar a la rutina cotidiana de un habitante promedio de Suecia, el país que adoptó como residencia tras sumarse a las filas de Arch Enemy a principios de la década. En una conversación relajada, Angela Gossow, una de las vocalistas más prominentes del death, conversa sobre su esperado regreso a Chile, su pasión por el trabajo y el rumbo del metal actual.

– Estoy un poco preocupada, porque hasta ahora no hemos visto ningún afiche oficial de la próxima presentación de Arch Enemy en Chile. ¿Cuál es el estatus de esa fecha?
– Hasta donde sé está confirmado. No sé cuánto están haciendo los promotores ahora, puedo preguntar, pero está definitivamente confirmado y vamos a tocar.

– ¿No habrá cancelaciones de último momento?
– Bueno, no por nuestro lado. Creo que el promotor es confiable, ha estado haciendo otros grandes conciertos grandes y estoy segura que éste no será cancelado.

– ¿Qué recuerdas de tu primer concierto en Chile hace dos años?
– Fue agradablemente sorprendente. Era mi primera vez en Chile y fue un gran público. Gente muy amable, alojamos en un hotel muy agradable, no conocimos mucho del país porque viajamos al día siguiente, pero recuerdo que fue un gran show y estamos esperando regresar.

– ¿Cuán diferente es el público sudamericano del europeo?
– Creo que son más emocionales, quizá un poco más locos. Gritan más, cantan entre las canciones, definitivamente son más apasionados.

– Como fans, ¿qué podemos esperar del concierto del 6 de mayo?
– No hemos tocado en Chile desde comienzos 2007 y no hemos interpretado nada del nuevo álbum aún. Vamos a tocar muchas nuevas canciones de “Rise of the tyrant”.

– Parece que no existe la palabra descanso para Arch Enemy. O están de gira o bien grabando un nuevo álbum.
– Si no andamos de gira o en el estudio, estamos aburridos en casa. No creo que eso sea bueno para una banda. Para un músico es bueno tocar en vivo o grabar música. Todo el tiempo entremedio es realmente aburrido. Preferimos estar ocupados, si no estamos ocupados no hacemos dinero y eso no es bueno tampoco. Estoy acostumbrada. Me gusta estar de gira y me gusta estar en el estudio. Me aburro en casa.

REGRABANDO LOS TEMAS ANTIGUOS
– ¿Ya están grabando el próximo disco?
– Sí, desde el año pasado. Básicamente siempre estamos escribiendo. Pensamos grabar un nuevo álbum probablemente en 2010. Estamos regrabando las canciones de “Black Earth”, “Stigmata” and “Burning Bridges” -los álbumes que registró Johan Liiva cuando fue cantante de Arch Enemy- y eso saldrá en agosto o septiembre de este año. Luego comenzaremos a escribir un nuevo disco.

– Eso sería una gran sorpresa para tus fans.
– Sí, ¡espero que les guste! Será interesante.

– ¿Te sientes cómoda interpretando esos temas?
– Sí, las trato como si fuesen covers. Me gustan las canciones. Es cool.

– Pero también habrá temas nuevos.
– No, solo canciones antiguas regrabadas. Mucha gente pregunta si podría rehacer esas canciones, muchos chicos no conocen los antiguos álbumes. Espero que con esto descubran los discos viejos y los escuchen.

– ¿Hay título para esa placa?
– Sí, pero es secreto aún. Hasta ahora oficialmente se llama el álbum de regrabaciones.

“SOY UNA TRABAJÓLICA”


– ¿Estás disfrutando de algunos días libres?
– No, estoy trabajando de hecho. Estoy muy comprometida con el managment de Arch Enemy. Estoy preparando la gira sudamericana y el tour europeo después de ella. Tengo mucho que hacer.

– ¿Cómo es la vida cuando no estás de gira, qué cosas te gusta hacer?
– Trabajo. Arch Enemy es un pequeño negocio. Leo un par de páginas de un libro antes de dormir. No soy alguien que salga mucho. Voy al gimnasio todos los días y cocino en la tarde. Prefiero estar ocupada, haciendo algo bueno por mi futuro y por Arch Enemy.

– ¿Dispones de tiempo libre solo para ti misma?
– Sí, pero es aburrido (ríe). No creo que lo necesite. Solo quiero trabajar. Creo que soy una trabajólica.

– Suena como un trabajo soñado.
– Sí, cuando lees entrevistas de bandas no lo ven como un trabajo. Es lo mismo para Arch Enemy. Disfruto cada cosa que hago. No se siente mal, no es un trabajo de mierda al que voy todos los días. No estoy trabajando en McDonalds o en la caja de un supermercado. Amo lo que hago con Arch Enemy, es mi hobby, mi pasión, lo que más me gusta hacer.

– ¿Es un empleo que paga bien?
– Podemos vivir de esto, pero no somos ricos, lo siento, no somos Guns n’ Roses (ríe).

– Pero gozan de ciertas ventajas, como viajar alrededor del mundo.
– Sí, exactamente. No necesito un auto, porque siempre viajo en trenes y aviones y no tengo que ahorrar mucho dinero para vacaciones porque viajo de todos modos. La vida es bastante barata para un músico.

– ¿Visitas lugares turísticos cuando estás en otros países?
– Depende. A veces lo hago, a veces no. Prefiero conocer a la gente en lugar de observar las grandes catedrales o lo que sea. Creo que descubrir un lugar es conocer a la gente, trabajar con ellos, así comprendes el verdadero espíritu del país.

– ¿Visitaste algún lugar cuando estuviste en Chile?
– No soy una buena turista. Nunca ando con una cámara para tomar fotografías. No me gusta ese estilo de turismo. Caminé por las calles con los chicos de la banda, salí a restoranes donde tenían comida muy picante, comida sudamericana, hablé con fans. Me llevé una buena impresión del país. Vi los ghettos cuando conducíamos hacia el aeropuerto. Creo que entendí el espíritu del país. Son muy apasionados, amistosos, pero también está la pobreza, el crimen, no podía salir por mi cuenta, como mujer tengo que ser un poco cuidadosa. Probablemente conocí más de la gente que alguien que se checa en el hotel y está en un área segura. Prefiero descubrir el país desde una perspectiva real.

– ¿Viste los niños en las calles, los sin casa, la pobreza?
– Así es Sudamérica. Tienen muchos recursos, pero algo parece no funcionar. No hay una clase media lo suficientemente fuerte. La gente pobre es realmente pobre y la rica, muy, muy rica. No existe una clase media, no tan fuerte. Pero creo que está cambiando. No sé si está mejorando por la crisis financiera del momento, pero parece que los países sudamericanos están volviéndose más fuertes.

– ¿Obtuviste inspiración de esa realidad para escribir nuevas letras?
– Escribo letras sobre injusticia social y eso es parte de ello. Cuando escribo no solo critico, sino que digo pelea, intenta educarte a ti mismo para tener sueños y metas. La libertad es algo del interior. Nadie puede comprar la libertad. Mucha gente rica no es libre en lo absoluto. Es algo dentro de tu cabeza. Es comprender tu potencial y alcanzar tus sueños.

DEATHCORE: TÉCNICA SIN ALMA


– Hablemos de música, ¿qué estás escuchando?, ¿alguna recomendación de Angela de Arch Enemy?
– Creo que todos debieran escuchar las bandas que fundaron el metal. Regresen a setentas, ochentas y noventas. Soy hija del metal de principios de los ochentas. Todavía escucho Dismember, Entombed, Carcass, Morbid Angel, Obituary, Testament, Slayer. No me gustan las bandas nuevas de deathcore o metalcore. Me gusta el death metal con mucha alma. Me gusta Death, Chuck Shuldiner. Sigo con las viejas bandas.

– ¿No te agrada esta nueva ola de death y metalcore?
– No realmente. Están tomando elementos de las viejas bandas, pero creo que no comprenden el alma de esta música. Suenan demasiado construidas y técnicas, muy Protools. Extraño la pasión, el alma.

– No suena tan real como antes.
– No suena real en absoluto. Con el equipamiento de estudio disponible y el software ni siquiera necesitas ser capaz de tocar un instrumento. Es muy técnico. Me gusta lo que habla a mi corazón.

– Muchas gracias Angela. Fue muy agradable conversar contigo. ¿Algún mensaje final para quienes escuchan Ciudad Metal?
– Gracias por tomarse el tiempo de escucharme. Espero verlos a todos en el show en Chile. Estará genial. Estaremos tocando canciones de “Rise of the tyrant” que no hemos tocado nunca antes allá. Estamos esperando regresar, patear algunos traseros y celebrar el “pure fucking metal”.

[audio:http://www.fileden.com/files/2008/12/31/2247147/Angela.mp3]

***Último minuto: entradas a la venta por sistema Ticketmaster, entre 12 y 14 mil pesos.

Chile se inscribió como la fecha más multitudinaria de Iron Maiden


Iron Maiden continúa escribiendo la historia del heavy metal. La noche del 22 de marzo de 2009 sumó un nuevo capítulo a un libro que contiene todos los ingredientes de un best seller. Chile, un pequeño país que cuelga del continente americano, tuvo el honor de alzar el récord del concierto en solitario más numeroso ofrecido por la banda en toda su carrera. Porque esta gente quiere a la Doncella de Hierro, aunque la relación consigne episodios negros como la colocación del apellido satánico a un rock que el paso de los años no amenaza con consumir.

La del domingo fue mi experiencia más próxima a la banda. Todos mis reportes anteriores han sido escritos desde la perspectiva de quien se instala en la cancha, pero esta vez accedí a la barricada para tomar fotografías en una misión que hasta minutos antes del concierto parecía imposible. El calor de los fuegos artificiales que abren el espectáculo de la aclamada gira “Somewhere back in time” incrementó la temperatura, si es que podía, de quienes aguardaban apretujados contra las vallas, el comienzo del show. “Aces High”, un clásico que por si solo el año anterior hizo que valiera la pena la compra del boleto, repitió un comienzo demoledor.

Observado desde una cierta altura, el recinto hípico donde tuvo lugar el evento épico asemejaba un campo de batalla. Un escuadrón de soldados vestidos con camisetas negras estampadas con los distintos álbumes de la banda, desde “Iron Maiden” hasta “A matter of life and death”. Otra vez asistimos a un concierto transgeneracional. Si hasta en un acto de poca prudencia, los padres de una niña que apenas tendría dos años salían con la infante en andas, correctamente ataviada con una polera negra y entonando un “olé, olé, olé…” que fue seguido a coro por los enternecidos fans.


Respecto a la escala anterior del “Somewhere back in time” hubo algunas diferencias. La evidente, la concurrencia que traspasó las 50 mil personas situando al evento a la par de un baladista en la cúspide de su fama. Aunque, claro está, los metaleros solo hacen noticia cuando provocan desmanes o desobedecen las normas de seguridad. Por ello Bruce Dickinson invitó a los fanáticos a moverse dos pasos hacia atrás para poder respirar y evitar el estigma que cae sobre las cabezas de quienes escuchamos rock pesado. Por fortuna, el recital registró un ínfimo número de detenciones. Ni comparado con un partido de alto riesgo.

Luego, la puesta en escena. Efectos pirotécnicos complementaron la interpretación, una figura de Eddie momificado sorprendió tanto por su titánica estatura como por el fuego que despedía por sus ojos y para “The number of the beast”, un demonio emergió de la escenografía ambientada en el antiguo Egipto. Y tercero, la inclusión de tracks que hace mucho tiempo no cantan en vivo, como “Children of the damned”. Un obsequio que nos llevamos en el corazón. También atesoramos las palabras del energético frontman, quien aseveró que volverán a pisar suelo chileno cuando tengan entre manos el álbum que lanzarán el año venidero.

En lo emocional, me quedó con el concierto de 2008. No hubo llamas ni una multitud tan impactante como del Club Hípico, pero la huella que dejó en mi memoria es más honda. Quizá repetir un mismo espectáculo noche tras noche en cientos de ciudades desgasta la capacidad de producir discursos que impacten en la fibra sensible de los fans. La rutina de aterrizar en un coliseo para tocar un set de temas idéntico al de la jornada anterior convierte a la música en un trabajo más, aunque para los románticos posea una dimensión distinta a la de cualquier otra profesión.

Pero la Doncella de Hierro es incorruptible. La banda británica ahora debutará en la pantalla grande. El 21 de abril es el estreno de la película que documentó “Somewhere back in time”, una nueva pieza del antropólogo canadiense Sam Dunn, el mismo detrás de “Metal, a headbanger’s journey” y “Global Metal”. “Flight 666” revela el impacto planetario del emblema viviente y muestra las bambalinas del tour mundial que los tuvo dos veces en Chile interpretando lo más selecto de su abultada discografía. Habrá que abordar ese vuelo.

Anneke, la voz que robó el habla a los metaleros

Anneke van Giersbergen repitió el milagro. La holandesa que enseñó a escuchar a los fanáticos del metal durante sus años junto a The Gathering, a quienes debe una incondicional masa de devotos seguidores, asombró nuevamente a un público atípico para el tipo de música que hoy interpreta, un rock minimalista por momentos sustentado únicamente en su privilegiada voz. Y cómo no, si apenas comienza a cantar la audiencia se sobrecoge ante una melodía que parece brotar directo del alma.

Agua de Annique, la banda que formó tras su partida de The Gathering, legitimó a Anneke como una de las intérpretes más importantes de la escena actual. Una cantante que trasciende géneros y etiquetas, que llena cualquier registro y congrega a un heterogéneo grupo de seguidores, desde quienes la conocieron agitando su larga cabellera a mediados de los noventa y los que la amaron por los trabajos más pausados que antecedieron su adiós a la emblemática agrupación europea. Su talento es tan indiscutible como su simpatía y carisma sobre el escenario.

La sencilla Anneke se encarga de derribar cualquier barrera posible. En un ambiente muy íntimo, tenuemente iluminado, compartió con los chilenos sus últimas composiciones. “Beautiful One”, “Day after yesterday”, “Sunken soldiers ball”, “You are nice!” se sucedieron para disfrute de los fans. Pero hubo más. “Scorpion Flower”, de su colaboración junto a Moonspell, “The blowers daughter” y “Somewhere”, contenidos en el aún más reposado “Pure Air”.

Sus músicos demostraron sobriedad y eficacia. En tanto Anneke, multifacética, tomó la guitarra en varios temas y optó por el teclado en otros. Un goce para los oídos.

Pero me ocurrió algo extraño. Al escucharla gritar en su lograda versión para “Digging the grave”, original de Faith No More, recordé por qué me gusta el rock. Lo que me apasiona del estilo es que por naturaleza no permanece quieto. Si bien puede jugar con los tiempos y posee tantas derivaciones como ejecutantes, en esencia es música furiosa apta para desintoxicar el espíritu. En esto no hay fórmulas predeterminadas. Si no salí del teatro emocionada como la mayoría nada más significa que poseo una sensibilidad distinta.

Mención aparte para un detalle de la organización. Los reporteros gráficos no pudieron acceder a la zona inmediatamente anterior al escenario, donde suelen ubicarse durante los tres primeros temas y así obtener imágenes más cercanas de los artistas. Como no hubo un aviso de por medio, varios no portaban lentes apropiados para la distancia en que la prensa fue acomodada, añadiendo enorme dificultad a su trabajo. Una cuota de cortesía a este respecto será bienvenida en próximas oportunidades.

Siete preguntas: Paghania

Marcial Cruz
Guitarrista Paghania

– ¿Cómo nació la idea de crear una banda folk?
– Paghania nace durante el año 2006. Al principio no sabíamos muy bien el rumbo de la banda, pero teníamos claro que queríamos tocar y enfocarnos en estilos más épicos, celtas, etcétera. Partió primero como una banda más enfocada al power, pero no nos sentíamos cómodos, ya que a pesar de que algunos estaban influenciados por este tipo de música, a todos nos gustaba el folk. Así que decidimos realizar algo nuevo, inspirados en bandas como Ensiferum o Finntroll. Comenzamos a trabajar en los primeros temas, ya con esa base, y de a poco nos fuimos definiendo como una banda folk.

-¿Cómo han evolucionado desde que la banda comenzó?
– Por lo general, las bandas comienzan con influencias de bandas que les gustan, comienzan a hacer temas parecidos, etcétera. Creo que eso ha sido nuestra principal evolución, el no necesitar influencias de otras bandas para nuestras creaciones, solo ocupar el concepto de Paghania. Así nacieron los dos primeros discos. También se ha visto una evolución en la estructura de los temas. Haciendo la comparación del primer disco “Hijos del folklore” y el segundo “Historias paghanas”, en éste hemos notado un trabajo más maduro y con mejor sonido.

– ¿Qué temáticas tratan las letras de sus canciones, en qué se inspiran?
– Generalmente ocupamos una temática chilena en lo que son las letras. Éstas relatan historias, leyendas, cuentos inventados por nosotros basados en paisajes chilenos, la vida en el campo, etcétera. Pero también nos enfocamos en otras cosas, como las historias de Tolkien, leyendas y cuentos vikingos.

– ¿Cuáles han sido sus influencias principales a la hora de crear este proyecto?
– La principal influencia siempre ha sido el concepto de naturaleza, literatura y fantasía. Las antiguas batallas, los pueblos indígenas, el folklore general, chileno y europeo.

– ¿Cómo ven la escena folk en Chile en cuanto a público y medios?
– La escena folk en Chile es un poco pobre. Me gustaría ver más bandas. Pero las existentes son muy potentes y buenas. Con respecto al público y los medios, siempre han apoyado a esta escena tan chica, pero también la critican porque es algo nuevo que está recién naciendo en Chile y no la conocen bien.

– ¿Cuáles son los proyectos de Paghania?
– Durante 2009 se vienen varios proyectos, como la grabación de algunos temas para el lanzamiento de un split junto al proyecto-banda Misanthropia, que ya saldrá muy pronto. Además de comenzar a trabajar en nuestro tercer álbum y por supuesto, las presentaciones y tocatas que una vez confirmadas se irán publicando.

– Para finalizar, ¿algún mensaje o saludo para sus seguidores?
– Agradecer el gran apoyo que siempre nos brindan los seguidores de Paghania y del folk, la buena onda de quienes siempre nos escriben y también gracias a ustedes por este espacio que nos dan para contar y mostrar lo que es Paghania.

Por Joselyn Pavié