* La banda japonesa An Cafe hizo cabecear y bailar a los entusiastas asistentes.
An Café definitivamente sonará ajeno a los oídos del público rockero occidental, pero cabe decir que son una banda con más de cinco años de trayectoria y grandes grupos de admiradores a nivel de culto en todo el mundo. Como era de esperarse, Chile no se mantuvo distante de esta realidad y los fans locales de la escena japonesa pudieron por fin darse el gusto de disfrutar de su presencia en vivo, en una carismática visita que no dejó indiferente a ningún individuo dentro de aquel animado recinto.
Las calles comenzaron a llenarse de frenéticos fans a partir de muy temprano en la mañana, quienes comenzaron a enloquecer cuando se abrieron las puertas del recinto a eso de las 19 horas. El número total de asistentes no logró llenar la capacidad total del recinto. Definitivamente, el J-Rock es un estilo musical al que aún le falta mucho camino por recorrer en términos de presentaciones en vivo en este lado del mundo y es un poco impulsivo tener la expectativa de repletar coliseos de esta envergadura con una banda perteneciente a un área en desarrollo.
Las luces se apagaron a las 21 horas y se dio comienzo de manera oficial a la presentación de An Café en Chile. El tema de introducción era una agitada y entusiasta base electrónica que hizo saltar y gritar a todos los asistentes. El primero en entrar a escena fue el baterista Teruki, seguido por Yuuki en los teclados, Kanon en el bajo, Takuya en la guitarra y finalmente Miku en la voz.
Dieron inicio al show con su tema “Cherry Saku Yuuki” y de inmediato el público comenzó a corear las letras de sus canciones en japonés a toda voz. Contaban con un agradable juego de luces que acompañaba la melodía de su música. Los integrantes se notaban muy enfocados en lo suyo y se mantenían en sus lugares. Su tema de inicio poseía una notable esencia rockera acompañada de un notable juego de secuencias por parte del tecladista. Fue remarcable el gran número de cámaras y celulares que se levantaron al comenzar su presentación, enfocando a los artistas desde todas partes del recinto.
A continuación, presentaron su tema “Tekesuta Kosen” en donde el vocalista ejecuta una particular coreografía con sus brazos acompañado de un pandero, la cual parecía ser de conocimiento general de sus fans, ya que todos la seguían de manera simultánea. Sorprendentemente, el vocalista hizo uso de registros guturales en varias ocasiones, lo que fue notable considerando que su esencia es principalmente melódica y su apariencia es todo lo contrario de lo que hemos visto en un vocalista que trabaje el canto extremo.
Luego la banda hizo su primer cambio de instrumentos, mientras el vocalista retocaba su cabello y maquillaje frente a un pequeño espejo, lo que se convirtió en algo frecuente y que fue realizado prácticamente luego de cada tema.
El vocalista y la banda interactuaban con el público entre tema y tema siempre que se presentaba la ocasión, y notamos como hacían uso de la palabra “Nyappy” de manera muy frecuente. Esta es una expresión inventada por la banda hace mucho tiempo y creció en popularidad para convertirse en un saludo cotidiano entre ellos y sus fans, que utilizan prácticamente para todo. Repitieron este saludo hasta el cansancio tanto en las pausas como dentro de las mismas canciones.
Continuaron su presentación con los temas “”Kamayu’s Rick” y “Summer Dive” las que denotaron un gran contraste entre cada una ya que la primera poseía una esencia mucho más punk y rockera en la que hubo más canto gutural por parte de Miku y mucho más movimiento y desplante de la banda, mientras que el segundo se trataba de un tema bastante más lento y melódico que sirvió para calmar un poco las revoluciones.
Sin mucho espacio entre tema y tema, presentaron sus éxitos “Zetsubou” y “Orange Dreams”, en donde encontramos un sonido concentrado en el trabajo de tecladista y vocalista en conjunto. Si bien el público se prendió mucho con el primer tema, el siguiente le sirvió al vocalista para llegar a un tono mucho más melancólico, melódico y dramático que hacia mover lentamente los brazos de la audiencia de un lado hacia otro.
Mientras la banda volvía a cambiar sus instrumentos, el público se mostró carismático gritando a coro las palabras “Ai shiteru”, que en japonés significa “te amo”, y que se convirtió en algo bastante característico y recurrente por parte de los fans chilenos y que ya ha sido visto en todas las presentaciones de bandas japonesas que ha habido hasta la fecha.
El siguiente tema, “Aroma”, convirtió el lugar en una verdadera fiesta, con los integrantes corriendo de un lado a otro, el público saltando y aplaudiendo sin parar al ritmo de la frenética melodía, todo esto mientras el vocalista presentaba a cada uno de sus integrantes durante la canción.
A continuación, el tecladista abandona su puesto y toma el micrófono para interactuar con el público y cantar junto con el vocalista a un ritmo vocal un tanto rapero, mientras presentaban una pegajosa coreografía entre rima y rima. Este tema poseía una esencia mucho más alegre e infantil.
Tras terminar su canción y volver a sus correspondientes puestos, la banda se dio el tiempo de hablar con el público poniendo en práctica su español, el cual les habrá generado más de un problema el descifrar cómo pronunciar palabras en nuestro idioma. Todos hablaron un poco diciendo cosas como “hola Chile, los queremos mucho, gracias” etcétera.
Luego llegó uno de los momentos más peculiares de toda la presentación. Presentaron su tema “Duck no Magical Adventure’”, en donde Miku utilizó distintos juguetes durante la presentación, mientras cantaba imitando la voz del Pato Donald. Pateó una pelota de fútbol hacia la galería del recinto, sacó dos peluches del pato en cuestión y terminó usando un chipote chillón con el que le pegaba en la cabeza a los fans que se encontraban más cerca.
Luego del bizarro momento, la banda volvió para presentar tres éxitos más, los que utilizaron para cerrar e ir a descansar tras bambalinas luego de una energética presentación que dejó agitados a todos los asistentes.
El público aclamaba su regreso y los músicos llegaron luego de pocos minutos y de un breve sound check por parte del staff nipón. La banda regresó vistiendo camisetas nuevas y con una actitud mucho más agresiva que antes. Sus temas comenzaron con un sonido melódico y tranquilo, pero luego pasó a un tono mucho más agitado. Miku corría desenfrenadamente mientras abría una botella de agua tras otra, escupiendo agua a la audiencia sin parar, pasando de un lado a otro y bajando al escenario para estar más cerca de su público. A estas alturas de la presentación, la banda era imparable.
Para finalizar, la banda se despide con “Smile Ichiban Li Onna”, en donde Miku se encontró con la sorpresiva acrobacia de un fan que escaló por la amplificación del escenar
io para abrazar a Miku, lo que requirió el actuar del personal de seguridad del evento, a lo que Miku respondió con una sonrisa y sin hacerse mayor problema al respecto.
El show terminó con un público totalmente conforme, una banda completamente feliz y entusiasta que prometió volver en el futuro. Pasaron muchos minutos sobre el escenario antes de retirarse completamente, tiempo que utilizaron para tomar una foto grupal con la audiencia a sus espaldas.
Si bien la primera vista An Café parece ser la de una banda de tono delicado e infantil, los músicos demostraron que pueden hacer de una presentación en vivo una fiesta de rock bastante particular, propia de su cultura basada en lo bizarro y experimental, y que es capaz de llegar con fuerza a los más lejanos rincones del mundo.
Por Francisco Fuentes
Fotos por Bianca Zapata
Abril, 2009