Metallica: un gigante sin alma

Incluso Metallica merece el beneficio de la duda. Aún cuando hayan editado varios álbumes prescindibles y fraccionaran a sus fanáticos entre los radicales que sólo escuchan los discos previos a su placa homónima y aquellos que conservaron a los estadounidenses en el tope de sus favoritos. O bien entre los que advirtieron una codicia que bordeaba el pecado en el litigio contra Napster, entonces fustigando la incipiente descarga de música desde Internet, y los que se cuadraron con la banda.

Porque Metallica reúne casi todos los ingredientes requeridos para conquistar a una amplia audiencia. Una cartera de temas para completar dos horas de show construido a fuerza de puros clásicos, un despliegue escénico con pirotecnia y llamaradas, un sonido arrollador y varios años en el ruedo. Pero no parece suficiente. Los cuatro jinetes extraviaron algo en la ruta. Fieles a una mecánica según la cual todo se transa, olvidaron la mística, la complicidad y definitivamente la inocencia.

La banda forma parte de un pequeño núcleo que traspasó los deslindes del underground para convertirse en un número que concita el interés de la prensa tradicional y gentes con reproductores en los que Metallica aparece como el estilo más extremo. Visto así, el del martes 26 de enero fue un concierto que cumplió con las expectativas trazadas. Un recinto atestado de fanáticos y una banda que salió a escena asestando golpes certeros a los seguidores de su repertorio más reconocido.

A estas alturas de la mega industria en que se ha convertido Metallica quizá sea de un romanticismo anacrónico exigir que Ulrich y compañía conserven una pizca de pasión por la actividad que les permitió alcanzar su actual estándar de vida. En pedir no hay engaño asevera un adagio popular. Su show huele a simple trámite. Ni las palabras de buena crianza de James Hetfield respecto al público nacional ni Lars Ulrich gesticulando como maniático y sudando de manera profusa desde la silla de batería de la que se levantaba de tanto en tanto parecieron expresiones genuinas de conexión entre músicos y audiencia. En algún instante pareció que lo único capaz de inflamar el espíritu de los cuatro intérpretes eran las sendas hogueras dispuestas a cada lado del escenario.

Por cierto es una opinión muy personal. Imagino que nadie que desembolsó noventa mil pesos para hacer headbanging desde una localidad VIP abandonó las dependencias del Club Hípico experimentando desilusión. O al menos comentándola a viva voz. Las distintas generaciones que confluyeron en el espectáculo, entre ellas la de una abuela que paseaba por la cancha preferencial, disfrutaron cada minuto del recital. Uno que alcanzó su clímax dramático con la interpretación de “Master of Puppets” y “Fight Fire With Fire”.

La tercera visita de Metallica a territorio chileno satisfizo a los asistentes al concierto y en cierto modo corroboró las razones a las que apelaron quienes hicieron un paso al lado cuando el gigante corrompió su alma.

Setlist

Creeping Death
For Whom The Bell Tolls
The Four Horsemen
Harvester Of Sorrow
Fade To Black
That Was Just Your Life
The End Of The Line
Sad But True
Broken
Beat And Scarred
Cyanide
One
Master Of Puppets
Fight Fire With Fire
Nothing Else Matters
Enter Sandman
Encore
Blitzkrieg (cover)
Whiplash
Seek & Destroy

Más fotos en la galería.

Fotos por Álvaro Pruneda. Gentileza T4F.

La paciencia de los fans de Deicide tuvo su retribución

Y todas las tribulaciones de los fanáticos recibieron su recompensa. Deicide saldó su abultada deuda con el público chileno, que aún tras repetidas cancelaciones por motivos de diversa índole jamás perdió la pasión ni la confianza. Organizar tours no es una ciencia exacta, comentaba Glen Benton en una entrevista concedida a Ciudad Metal días antes de aterrizar en suelo santiaguino, y su banda parecía cargar con un denso karma que tuvo a sus seguidores con los nervios de punta hasta último minuto.

Ya en el Teatro Novedades, Deicide asomó al escenario con media hora de retraso. En su repertorio, la banda estadounidense cubrió la mayor parte de su discografía y dentro de ella los temas más populares, como “Dead By Dawn”, “Once Upon The Cross”, “Scars Of The Crucifix”, “Sacrificial Suicide”, “Homege For Satan”, “Trifixion”, “Oblivious To Evil”, “Lunatic Of God´s Creation” y “Bastard Of Christ”. Pero las interpretaciones que provocaron mayor grado de euforia entre los fans fueron “Holy Deception” y “Death To Jesus”, aunque este corte registró el sonido más deficiente del show, porque la dupla de guitarristas no logró definir sus riffs.

A mitad del concierto, Glen Benton manifestó su aprecio hacia la audiencia desplegando una bandera chilena. Los fans reaccionaron mencionando el nombre del artista y éste replicó friccionando el pabellón por su cara, cuello y brazos. El inusitado comportamiento causó un enojo mayoritario expresado en silbidos, pero también arrancó aplausos en un sector del público. El recital se extendió sin pausas por una hora y 10 minutos. No hubo retornos, aunque los asistentes pedían un poco más.

Nota: Agradecimientos a Necrobar por su atención y buena onda.

Por Claudia Galdames
Fotos por Bianca Zapata

Rolando Ramos: “Talento hay de sobra, solo falta profesionalizarlo”

Rolando Ramos, locutor y melómano, debuta como director de un centro de formación académica. Pero el suyo no es uno convencional, sino la naciente incubadora de talentos Dragonworks, una escuela de rock que con aportes de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) pretende entregar los conocimientos necesarios para cumplir el sueño de la mayoría de quienes hacen rock: vivir exclusivamente de la música.

Como no ocurre en un conservatorio o al interior de una facultad universitaria, Dragonworks orienta su quehacer a las facetas anexas a la ejecución misma. “Tenemos mucho talento, pero pocos saben cómo administrarlo y sacarle provecho. En otras palabras vivir del rock”, asevera Ramos. “No he podido encontrar un centro de formación musical donde el énfasis este puesto en la gestión y management. Esa es nuestra diferencia y fortaleza. La gestión del talento”.

La visión pedagógica se plasma en talleres de Management, Producción de Eventos y Protools, entre otros, además de la vedette de la escuela: el Diplomado de Administración, Gestión y Producción de Bandas. Este programa de tres semestres de 80 horas académicas cada uno concluye con la grabación de un disco, la elaboración del arte y la obtención del know-how respecto a gestión del producto en Chile y el exterior. La malla completa de asignaturas estará disponible en la web el 18 de enero.

Voodoo Zombie en el lanzamiento de Dragonworks.

– ¿Crees que las universidades y las escuelas de música han fracasado en la entrega de herramientas que permitan a sus egresados vivir efectivamente de lo que estudiaron?
– No, solo que se han focalizado en lo técnico, en la formación de músicos, buenos músicos. Me imagino que suponen que la gestión y cómo el músico comercialice su talento es problema del músico. Y ahí estamos nosotros para capacitarlos. Pasa con cualquier carrera. El profesional debe especializarse obtener un post grado o un magíster. Así está la competencia. Camarón que se duerme…

– Dragonworks propone una visión integral de banda, una en la que no solo importa cómo suenen, sino también su posicionamiento en los medios y el manejo empresarial, ¿piensas que la falta de una mirada global ha derivado en la escasa repercusión internacional del rock y en particular el metal hecho en Chile?
– No, solo que, posiblemente, muchos músicos no saben administrar las herramientas que la globalización te da -Internet- y atención que hay varias bandas nacionales de metal que han logrado comercializar su música en otras geografías. Muchos piensan que con Facebook, Myspace o Youtube basta. Hay que saber de marketing de redes, de gestión cultural y ventas. Muchos músicos nacionales están dispuestos a conquistar otros mercados, eso te lo aseguro. La pregunta es ¿cómo?

– Al entregar un combo de conocimientos técnicos en sonido, management y producción audiovisual, ¿las bandas podrían caer en la tentación de creer que esto funciona como una fórmula mágica que sí o sí los llevará al estrellato?
– Puede ser. Lo que si prometemos es que el músico finalmente entenderá que el camino a la fama es largo y requiere de mucho trabajo, dedicación, educación e inversión de parte de la banda y, sobre todo, actitud y personalidad.

– ¿Cómo ves la escena chilena en cuanto a potencial?, ¿hay propuestas diferentes, con identidad y personalidad como para conquistar otros mercados?
– Absolutamente. Por talento no nos quedamos. Hay de sobra, solo falta profesionalizarlo y hacer de la autogestión una industria capaz de generar dinero, empleos y futuro.

– Muchas gracias por tu tiempo. Dejo este espacio para que invites a los lectores a acercarse a Dragonworks.
– Gracias a ustedes por la oportunidad de comunicar nuestra apuesta y visión y aprovecho de invitar a los músicos que realmente quieren vivir del rock a invertir en su talento. Todo proyecto que uno emprenda en la vida necesita de inversión, de tiempo y dedicación. No pierdas más el tiempo, invierte en tu talento. Aprende a vivir del rock. Visítanos sin compromiso www.dragonworkstudio.com

El Cruce, tocando en una de las salas de la escuela.

Fotografías gentileza de MG Comunicación Global

Glen Benton: “como anticristiano, ¿de qué otra cosa voy a cantar?”

El más observante de los metaleros anticristianos cuenta los días para su concierto en Chile. Glen Benton, el hombre que hace una década se quitaría la vida a la misma edad del nazareno y que a fuego imprimió una cruz invertida sobre su frente, se presentará el próximo 14 de enero en el Teatro Novedades para delirio de una leal legión de seguidores. En esta breve entrevista, gentileza Chargola Producciones, el líder de Deicide habla su leit motiv, el death metal y el futuro de su banda.

– Deicide tiene una relación muy especial con Chile. La gente recuerda las cancelaciones, pero se manifiesta muy entusiasta cuando se trata de sus shows. ¿Por qué sus conciertos poseen ese halo de incertidumbre y aún así los fans se mantienen leales?
– No estoy seguro, pero en la vida la única cosa cierta es la muerte y no todo pueden ser ganadores. Las cosas pasan, producir shows no es una ciencia perfecta.

– “Till Death Do Us Part” es el álbum más reciente. ¿Cuál es la principal diferencia entre éste y otro como “Legion”?
– Cada álbum es diferente del anterior. Muchas cosas en mi vida personal afectan lo que escribo, y estoy seguro que lo mismo le sucede a Steve.

– Deicide estableció una clara actitud anticristiana. ¿De qué manera este discurso conserva su validez y consistencia a medida que transcurre el tiempo?, ¿cómo evitar hacer de ti y la banda una caricatura? El supuesto suicidio a la edad de 33 permanecerá como una estrategia publicitaria.
– El asunto del suicidio fue solo una incoherencia de borracho, y como anticristiano, ¿de qué otra cosa voy a cantar?, ¿de cuan grande es dios? Eso no va a suceder, sobre todo en lo que mi respecta.

– ¿El contenido antirreligioso será el caballito de batalla de Deicide o hay otros temas que les gustaría abordar en sus canciones?
– Sí, cómo las compañías jodieron a las bandas y han destruido el negocio de la música.

– Colaboraste en Vital Remains, ¿cómo te sentiste al grabar para una banda que no es la tuya?
– Fue como construir un avión en miniatura. Un hobby.

– ¿Repetirías la experiencia?
-No lo sé, mi estado mental no está en eso en estos días.

– En tu opinion, ¿quién es el padre del death metal: Trey Azathoth (Morbid Angel), Chuck Schuldiner (Death) o Paul Speckmann (Master)? O se trata de una creación colectiva de varios maestros.
– No hay maestros, solo súbditos leales. Hicimos lo que hicimos porque nadie más podía o temía que sus sueños musicales se fueron por el sanitario si lo intentaban.

– ¿Cómo ves a Deicide en 20 años más?
– Dudo que esté vivo en 20 años. Hago lo que hago porque no tengo nada más qué hacer, y es lo que soy.

– Muchas gracias Glen, ¿algunas palabras para los lectores de Ciudad Metal?
– Dios es un sueño y le corresponde a cada uno ver lo que realmente importa en la vida, que somos nosotros mismos, nuestras familias y amigos. La vida no se trata de ser un imbécil con todos, solo con los que ponen al Señor antes de estas cosas y eso es basura cristiana.

Faust: éxito de crítica para el debut más retrasado de 2009

La publicación del álbum “From Glory To Infinity” equivale casi a una declaración de independencia hecha al filo de la mayoría de edad. La opera prima de Faust, uno de los lanzamientos de death metal que obtuvo gratificantes críticas durante 2009, tomó 17 años en gestarse. Y la prórroga ha rendido frutos. Steve DiGorgio, reclutado como bajista para la grabación y ahora miembro permanente del grupo, lo comparó con Cynic y las publicaciones especializadas le concedieron las más altas puntuaciones.

Detrás de este ensamble que denomina su música como death metal evolutivo aparece Aleister. Cineasta de profesión, director de cortometrajes y comerciales y anfitrión del primer espacio dedicado al metal extremo de la televisión italiana, estableció Faust en 1992 y de allí en adelante no cedió en su empeño de crear música. En 2001 se unió a los noruegos de Ancient como guitarrista de sus shows e incluso visitó Chile en 2007 como parte de una gira sudamericana.

Ahora le gustaría retornar, pero como voz y guitarra de su propia banda.

– ¿Cómo creaste Faust?, ¿cuál fue tu idea original y cómo han desarrollado un estilo propio a lo largo de los años?
– ¡Hola María! Faust nació en 1992. Mi idea era componer música mezclando lo que más me gustaba, fuese metal o no, y proponer un estilo único reconocido como Faust. Básicamente, nuestro sonido no ha cambiado desde 1992, pero a través de los años ha mejorado: las habilidades técnicas, la complejidad de la estructura de las canciones y la refinación de los arreglos. Esto también gracias a la llegada de Ghiulz y Steve.

– Desde que la banda comenzó en 1992 al lanzamiento del primer larga duración hubo que esperar casi 20 años, ¿qué sucedió en ese tiempo?
– Durante estos años, muchos cambios en la alineación, varios conciertos y dos lanzamientos: el demo “Faust” en 1993 y el MCD “…And Finally Faust!”, en 2001. El problema principal era encontrar buenos músicos: nunca había tenido continuidad de trabajo porque cada vez que cambiaba de alineación tenía que recomenzar todo desde cero.

– ¿Alguna vez pensaste en terminar con Faust e iniciar un nuevo proyecto?
– Faust es mi banda y continuaré trabajando en ella tanto como pueda.

– “From Glory To Infinity” suena muy orgánico, sin demasiado ProTools ni abuso de tecnología. ¿Fue espontáneo o intencionado?
– La tecnología es útil, pero no queremos depender de ella.

– ¿Cómo reuniste a los músicos de sesión y cómo harás para las presentaciones en vivo?
– La alineación actual es Aleister (guitarra, voz), Ghiulz (guitarra) y Steve DiGiorgio (bajo). En 2000 Ghiulz (Bulldozer, Profanatum, Obscurity) ingresó a la banda como guitarrista (yo había tocado un pra de años con Profanatum a mediados de los noventa). En 2006, para las grabaciones de “From Glory To Infinity”, comprometí a Darek ‘Daray’ Brzozowski (Dimmu Borgir, Vader, Vesania), porque Faust no tenía un buen baterista para estudio, y Luca Princiotta (Doro, Blaze Bayley), para grabar la segunda guitarra rítmica y las acústicas, porque Ghiulz no podía, pues estaba muy ocupado con su trabajo de ese entonces. Entonces contacté a Steve DiGiorgio (Sadus, Death y muchas más), considerándolo el bajista correcto para la música de Faust. Después de la mezcla y la masterización, donde Steve nos ayudó mucho, le propuse disfrutar de la banda como bajista oficial en lugar de músico de sesión y él aceptó.

– Posees más de un diploma en Cine. ¿Ese es tu trabajo de tiempo completo? Cuéntanos más al respecto.
– Soy director: cine, video clips, comerciales, teatro y televisión. Ahora estoy trabajando para un canal italiano de televisión dirigiendo algunos clips basados en “I Promessi Sposi”, de Alessandro Manzoni. Con respecto a mi trabajo y Faust, ya tengo planeado rodar un video clip, pero uno de nosotros vive demasiado lejos. Lo haré tan pronto tenga la oportunidad de reunir a todos los miembros.

– Por tu profesión, ¿tu música está influenciada por las películas, ya sea los guiones o la estética?, ¿funciona a la inversa también, o sea, tus cintas se ven influidas por el metal?
– Todos mis trabajos están influenciados por lo que he escuchado, visto o leído desde que nací: canciones, películas, libros, sonidos, ruidos imágenes… Y, por supuesto, por mis experiencias diarias: sentimientos, emociones, recuerdos, deseos.

– ¿Tienes algún recuerdo de tus presentaciones en Chile junto a Ancient? A tu Myspace subiste un video del show en Coquimbo. Quizá porque dicen que somos el público más entusiasta del mundo.
– Déjame decir una cosa. Realmente disfruté la gira sudamericana con Ancient en 2007: Chile, Venezuela, Colombia, Bolivia. ¡Es un placer inmenso tocar frente a un público como ustedes! He subido un clip corto haciendo backing vocals y hay varios bootlegs de ese tour en Youtube.

– ¿Aún eres miembro en vivo de Ancient?
– Sí, lo soy.

– ¿Cómo manejas el tiempo, especialmente ahora con un nuevo álbum de Faust?
– Administrar dos bandas y mi trabajo es solo organización. Sin embargo Ancient no ha tenido muchas fechas últimamente.

– Gracias por tu tiempo, ¿algunas palabras para los lectores de Ciudad Metal?
– ¡Gracias por la entrevista! Pueden contactarse con Faust o conmigo en el sitio oficial de Faust, el Myspace de Faust o el mío. ¡Saludos a todos los lectores! Espero verlos pronto en los próximos shows de Faust.