Metallica y su travesía por la Antártica

Metallica en el continente antártico.
Metallica en el continente antártico.

Estuvimos con una de las bandas más emblemáticas del rock mundial, los estadounidenses de Metallica, en su breve paso por Punta Arenas para dirigirse al continente blanco, en el marco de un concierto exclusivo en la base argentina Carlini ubicada en la Isla Rey Jorge.

Todo comenzó el día viernes 6 de diciembre, cuando a eso de las 13 horas, aterrizó el jet privado que los traía directo desde San Francisco con escala en Lima, Perú, para aterrizar en el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo de Punta Arenas, donde los esperábamos junto a su staff de producción local y la comitiva de la aerolínea regional. Antes de embarcarse rumbo a Antártica y debido a un retraso del vuelo del manager de la banda, el vocalista James Hetfield, quien viajaba junto a su esposa y tres hijos, aprovechó esta instancia para recorrer la ciudad junto al bajista Robert Trujillo, quien también se hizo acompañar de su esposa.

El city tour fue comandado por Catalina Navarrete, quien los llevaría al Cementerio General de Punta Arenas, donde James Hetfield, un asiduo a las fotografías de cementerios como nos comentó su manager, aprovecharía para registrar con su cámara personal unos de los seis cementerios más bellos del mundo. Así también visitaron el famoso Pie del Indio en la Plaza de Armas, donde capturaron una foto familiar que corrió rápidamente por las redes sociales, siendo publicada por importantes medios nacionales.

A eso de las 17 horas y arribado el vuelo del manager, la banda se dispuso a embarcarse en el avión BAe 146-200. Ya en el aire la banda y el staff se distendió y conversamos con James Hetfield.

El frontman James Hetfield.
El frontman James Hetfield.

– Hola James. All ser un asiduo de las tierras polares, sabemos que has estado en Alaska también, ¿qué expectativa tienes en este viaje
– 
Hola, sí, esto es bastante distinto. Aquí venimos a hacer un concierto y ese es el objetivo, además de cazar pingüinos (ríe por unos segundos). No, es broma, no te lo creas, estamos ansiosos, siempre estas experiencias son un desafío y esperamos que resulte todo bien, no nos cabe la menor duda.

– De todas formas la Antártica también es un destino turístico, ¿te tomas esto como trabajo o más bien vacaciones? Te lo pregunto porque veo que estás acompañado de tu familia.
– Bueno, claro, siempre que tenemos algo de tiempo aprovechamos de conocer lo más que podamos. No siempre se puede porque las agendas son muy ajustadas, pero en este caso te puedo decir que esto es un trabajo, estamos aquí para tocar y cumplir un compromiso, pero también en viajes de estas características nos gusta estar con nuestras familias. No son lugares que visitas todos los días, es una oportunidad especial.

Después de hablar con James Hetfield, quien se tomó con muy buen humor el par de preguntas, nos acercamos a Kirk Hammet, quien comentó “creo que esto será realmente grande, espero que no sea tan gélido afuera, tendré que usar guantes para tocar (ríe mientras gesticula con las manos), pero estamos muy contentos respecto de lo que será este show, espero la gente lo disfrute.”

El guitarrista Kirk Hammet.
El guitarrista Kirk Hammet.

Un par de minutos después el comandante del vuelo, Sergio Cortéz, anuncia que estamos prontos a aterrizar. Una vez ya en tierra, cerca de 50 personas, entre gente perteneciente a la Armada, Fuerza Aérea y el Instituto Antártico Chileno, esperaban el recibimiento de Metallica, que aterrizó en el aeródromo Teniente Marsh de la Base Frei de Chile, saludados por parte del reconocido explorador antártico Alejo Contreras, quien habló un par de minutos con el manager para que luego la banda bajara entre aplausos y fotografías que gentilmente otorgaron a quienes los aguardaban.

Un contingente de fanáticos aguardaba en la Base Frei.
Un contingente de fanáticos aguardaba en la Base Frei.

De la Base Frei, la banda se embarcó camino a su próximo destino, el show en vivo que ofrecerán este domingo a las 22 horas, y que será transmitido vía live streaming a todo Latinoamérica. ¡Atentos!

Más fotografías aquí.

Texto y fotografías por Iván Vega

Metallica: un gigante sin alma

Incluso Metallica merece el beneficio de la duda. Aún cuando hayan editado varios álbumes prescindibles y fraccionaran a sus fanáticos entre los radicales que sólo escuchan los discos previos a su placa homónima y aquellos que conservaron a los estadounidenses en el tope de sus favoritos. O bien entre los que advirtieron una codicia que bordeaba el pecado en el litigio contra Napster, entonces fustigando la incipiente descarga de música desde Internet, y los que se cuadraron con la banda.

Porque Metallica reúne casi todos los ingredientes requeridos para conquistar a una amplia audiencia. Una cartera de temas para completar dos horas de show construido a fuerza de puros clásicos, un despliegue escénico con pirotecnia y llamaradas, un sonido arrollador y varios años en el ruedo. Pero no parece suficiente. Los cuatro jinetes extraviaron algo en la ruta. Fieles a una mecánica según la cual todo se transa, olvidaron la mística, la complicidad y definitivamente la inocencia.

La banda forma parte de un pequeño núcleo que traspasó los deslindes del underground para convertirse en un número que concita el interés de la prensa tradicional y gentes con reproductores en los que Metallica aparece como el estilo más extremo. Visto así, el del martes 26 de enero fue un concierto que cumplió con las expectativas trazadas. Un recinto atestado de fanáticos y una banda que salió a escena asestando golpes certeros a los seguidores de su repertorio más reconocido.

A estas alturas de la mega industria en que se ha convertido Metallica quizá sea de un romanticismo anacrónico exigir que Ulrich y compañía conserven una pizca de pasión por la actividad que les permitió alcanzar su actual estándar de vida. En pedir no hay engaño asevera un adagio popular. Su show huele a simple trámite. Ni las palabras de buena crianza de James Hetfield respecto al público nacional ni Lars Ulrich gesticulando como maniático y sudando de manera profusa desde la silla de batería de la que se levantaba de tanto en tanto parecieron expresiones genuinas de conexión entre músicos y audiencia. En algún instante pareció que lo único capaz de inflamar el espíritu de los cuatro intérpretes eran las sendas hogueras dispuestas a cada lado del escenario.

Por cierto es una opinión muy personal. Imagino que nadie que desembolsó noventa mil pesos para hacer headbanging desde una localidad VIP abandonó las dependencias del Club Hípico experimentando desilusión. O al menos comentándola a viva voz. Las distintas generaciones que confluyeron en el espectáculo, entre ellas la de una abuela que paseaba por la cancha preferencial, disfrutaron cada minuto del recital. Uno que alcanzó su clímax dramático con la interpretación de “Master of Puppets” y “Fight Fire With Fire”.

La tercera visita de Metallica a territorio chileno satisfizo a los asistentes al concierto y en cierto modo corroboró las razones a las que apelaron quienes hicieron un paso al lado cuando el gigante corrompió su alma.

Setlist

Creeping Death
For Whom The Bell Tolls
The Four Horsemen
Harvester Of Sorrow
Fade To Black
That Was Just Your Life
The End Of The Line
Sad But True
Broken
Beat And Scarred
Cyanide
One
Master Of Puppets
Fight Fire With Fire
Nothing Else Matters
Enter Sandman
Encore
Blitzkrieg (cover)
Whiplash
Seek & Destroy

Más fotos en la galería.

Fotos por Álvaro Pruneda. Gentileza T4F.