Amorphis y CoB: brillante noche finlandesa en el Teatro Teletón

No sé en qué momento perdí la conexión con las preferencias adolescentes, pero cuando anunciaban una fecha de Amorphis y Children of Bodom daba por sentado que los segundos harían de cabeza de cartel. Grueso error. La interminable una fila de chiquillos vestidos con camisetas de la banda de Alexi Laiho que aguardaba impaciente la apertura de las puertas del Teatro Teletón establecía de manera inapelable quiénes cerrarían el espectáculo.

En su debut en Sudamérica, Amorphis tuvo solo una hora para sintetizar una decena de álbumes. “Sampo”, “Silver Bride”, “Black Winter Day” y “House of Sleep” formaron parte del setlist escogido por los finlandeses. Un concierto impecable que proyectó toda la sensibilidad épica contenida en el Kalevala, el poema nacional finlandés que ha inspirado su discografía. Mención especial para el vocalista Tomi Joutsen, quien se luce en la dualidad de su registro: limpio y gutural.

Children of Bodom irrumpió con un sonido aplastante. Alexi Laiho corroboró su destreza en la guitarra y la avasalladora pirotecnia musical causó delirio entre la audiencia. Despliegue que solo fue interrumpido por las constantes maldiciones proferidas por el frontman y los escupitajos arrojados como proyectiles en una competencia de longitud. “Needle 24/7”, “Silent Night, Bodom Night”, “Blooddrunk” y “Follow The Reaper” fueron algunos de los temas ejecutados.

Una noche brillante, coronada por un lleno total y la euforia del público chileno en su máxima expresión.

“El Diablo Negro”: desborde de sencillez y carisma en Rancagua

Katon W. de Pena no podría ser más simple. Sin divismos de ninguna especie y apenas terminado el concierto ofrecido en Rancagua, el magnético líder de Hirax recibe a los fans que se cuelan en el camerino situado en un segundo piso. Dispuesto a seguir la transmisión televisiva del encuentro Chile versus Venezuela, luce la camiseta oficial de La Roja e incluso se coloca un tricolor gorro de arlequín cuando posa para una fotografía.

La segunda fecha de los thrasher estadounidenses corroboró que su puesta en escena excede los márgenes de un concierto cualquiera: es una experiencia donde cada uno de los asistentes interpreta el rol principal. Quienes vieron el DVD “Thrash And Destroy” comprobaron que aquel registro es la fiel reproducción de su manera de abordar los escenarios. Una donde casi no existe límite entre público y banda, porque voces y manos se funden a cada instante.

“El Diablo Negro”, tema homónimo y alias personal, luce tonificado y jovial. Sobre la tarima, y arriba de los cinco centímetros que añaden sus botas de plataforma, Katon W. de Pena alimenta la energía de la audiencia en todo momento. Cruza los brazos haciendo el signo de los cuernos con ambas manos, sonríe enseñando una impecable dentadura y abre sus ojos de manera tal que parece que fueran a escapar de sus cuencas.

Su música es una apología al tempo acelerado del thrash. “The New Age Of Terror”, “Hate, Fear And Power” y “Hostile Territory” presentan la esencia más pura de un género que revolucionó los oídos en los ochenta y que parece vivir una segunda encarnación en nuevas generaciones. Una performance inédita en Rancagua que contó con la apertura de Nuclear, quienes a estas alturas son un aperitivo tan fuerte como el plato principal.

Luminarias del heavy chileno protagonizaron Leyendas del Rock

El heavy metal nacional tuvo su fiesta. Y aunque la taquilla estuvo muy por debajo de la Cumbre del Metal Chileno, el símil natural al momento de las comparaciones, los asistentes a Leyendas del Rock disfrutaron del privilegio de tener sobre un mismo escenario a una tríada icónica dentro del género en este rincón del mundo: Dorso, Panzer e Inquisición.

Es la segunda vez en el año que un festival ciento por ciento chileno adquiere la connotación de un gran evento. El recinto escogido es un teatro de envergadura y los números de fondo son bandas nacionales que acreditan una trayectoria tan extensa como prolífica. Leyendas del Rock colocó el acento en el heavy metal, concertando en el mismo lugar a los precursores del género y los nombres que se incorporaron a la escena durante años más recientes.

El show comenzó de manera tibia con La Máquina, sucedido por Alto Voltaje y Battlerage. Entonces vendría el turno de Inquisición, la banda de Manolo Schafler sindicada como pionera en el estilo en la escena chilena y que repasó los hitos de su carrera junto con brindar un apronte de su próximo álbum, tentativamente titulado “Opus Dei”.

El fervor de la audiencia alcanzó su máxima expresión durante la presentación de Rodrigo “Pera” Cuadra y compañía. Cubierto con una máscara de reptil, el vocalista de Dorso aprovechó de anunciar la celebración de los 25 años de carrera de la banda y lanzó al público la más reciente polera del cuarteto, aún inédita en el mercado. Una lástima que antes del acto de cierre se retirara una importante fracción de personas. Justo cuando los veteranos Panzer ofrecían lo mejor de su rockero repertorio.

Review: Hirax


Hirax
Thrash And Destroy DVD
Black Devil Records
2008

Contemporánea de Slayer y Anthrax, la banda del tenaz Katon W. de Pena jamás alcanzó la notoriedad de sus colegas. Aunque participó de los albores de la escena thrash estadounidense, la reiterada sucesión de alineaciones y la negativa a ceder a la presión de una discográfica que intentó direccionar su estilo les significó transar la popularidad por el valor que hoy les permite gozar de respeto alrededor del mundo: su absoluta fidelidad al underground.

“Thrash And Destroy” es su primer DVD. El material recopila dos presentaciones ofrecidas en Alemania. Ambas capturan el espíritu de las pequeñas tocatas mediante un contacto estrecho con el público. Una decena de fans sube al escenario sin que ello represente problema alguno para la producción. Muy por el contrario, Katon les cede el micrófono, accede a sus solicitudes referentes al setlist y se convierte en uno más de la audiencia cuando el frenesí alcanza la cima.

La del Keep It True es una actuación contundente liderada por un frontman que conoce al público, maneja los tiempos e incluso se permite detener un tema a la mitad para reprender a un grupo de fans que se trenza a golpes e indicarles que la violencia es un camino que no conduce a ningún lugar. Es la sencillez y cercanía que los fans chilenos esperan durante la gira que comienza el 4 de septiembre en Valparaíso y que al día siguiente los tendrá en Rancagua mirando un partido de fútbol de La Roja.

Musicalmente, Hirax encarna el sonido de la vieja escuela. Una de la cual no toman nada prestado, porque ayudaron a fundarla a mediados de la década de los ochenta. La estructura de las guitarras es muy propia de aquellos años y si bien nadie excepto Katon estuvo en los inicios de la banda, todos los integrantes se observan impregnados de la música de Hirax. El fantasma de la inestabilidad todavía sigue presente: el brasileño Fabricio Ravelli ya no está en la batería.

En lo vocal se distinguen dos líneas melódicas. Una que rememora lo hecho por Tom Araya en Slayer, cuando los temas se convierten casi en un grito de combate, y otra más próxima al heavy recordando incluso a Paul Di Anno y Blaze Bailey. En su vasta trayectoria los americanos han acuñado un importante repertorio que dentro de muy poco tendremos oportunidad de escuchar de primera mano durante un inédito tour por varias ciudades chilenas.

Review: Magician

Magician
Tales of The Magician
Die Hard Records
2008

Gracias a su primer álbum, Magician ha cosechado halagadoras críticas de la prensa especializada y un entusiasmo equivalente entre los seguidores del heavy metal. La referencia no podría ser mejor -los redactores comparan su irrupción en la escena con el descubrimiento de Angra como mega estandarte del estilo a nivel mundial- y los 10 cortes de “Tales Of the Magician” honran los cumplidos a cabalidad.

La placa cuenta el viaje de Zhaldor, un hechicero que persigue la liberación de su tierra natal. El disco de carácter conceptual hace justicia a las grandes sagas. Y cómo no, si detrás de su mezcla y masterización está la mano de Dirk Schlächter (Gamma Ray) y Kai Hansen (Gamma Ray, ex-Helloween), ambos expertos en el arte de musicalizar la ficción, además de Arne Lakenmacher, quien ha trabajado junto a gente como Primal Fear y Nevermore.

Durante todo el álbum se respira una atmósfera épica garantizada por coros grandilocuentes, temas que promedian los seis minutos de duración, la aguda voz de Dan Rubin dispuesta a relatar la travesía del brujo, baterías galopantes e impecables solos de guitarra que constituyen un mandato dentro del género. No falta el tinte medieval otorgado por la inclusión de instrumentos como la flauta barroca y la guitarra acústica. El álbum es un cautivante torbellino para los amantes del power metal. De comienzo a fin aparecen todos los elementos de la clásica receta, revigorizando un estilo donde aún queda tela que cortar. Una pieza de clase mundial.