Marcela Bovio: entre dos tierras

Dicen que Arjen Lucassen posee un ojo clínico para descubrir a cantantes de excepción.

El polifacético guitarrista holandés lo demostró al escoger a Floor Jansen, actual vocalista de After Forever, para su proyecto Star One, y lo probó cuando convirtió a una adolescente Astrid Van Der Veen en la depurada promesa del atmosférico Ambeon. En el último tiempo su mirada apuntó a otro continente. La elegida fue Marcela Bovio, la voz de los mexicanos Eufonía, quien fue reclutada para “The Human Equation” y más temprano que tarde, para liderar la nueva banda del músico: Stream Of Passion.

En la siguiente entrevista, la intérprete revela a Ciudad Metal cómo han sido estos meses entre viajes al Viejo Continente y regresos al país azteca, la experiencia de trabajar al lado de un músico de excelencia y los proyectos que revolotean en su cabeza.

– El segundo álbum de Elfonía, el debut de Stream Of Passion y los viajes a Holanda: todo en muy poco tiempo. ¿Cómo lo has hecho para rendir bien en todos los frentes?
– Pues la verdad sí es un poco difícil, trato de aprovechar el tiempo al máximo. Nos hemos logrado administrar para dedicarle a Elfonía el tiempo que estamos en México y cuando vamos a Holanda estamos cien por ciento con Stream of Passion. Hasta ahora ha resultado bien.

– ¿Qué ha cambiado en ti al hacerte más conocida?
– No creo que mucho (ríe). Quizá me he tenido que volver un poco más organizada y disciplinada para cumplir con todos los compromisos que tengo.

– Si contrastas la escena nuestra con la europea, ¿qué concluyes?, ¿cuál escoges?
– Mmm, cada una tiene lo suyo creo yo. El público europeo es muy atento y agradecido, y los latinos tenemos una pasión incomparable. Me siento muy afortunada de haber vivido ambas experiencias.

– En Stream Of Passion, ¿cómo nacieron las letras y la idea de cantar en español?
– Las letras las escribí en base a cosas por las que estaba pasando en el momento, hablan de emociones básicas que todos sentimos. La idea de cantar en español fue inicialmente de Arjen, ¡creo que a mí no se me habría ocurrido! Pero funcionó de maravilla y me da mucho gusto haber podido usar un poco nuestro idioma. Para quienes lo hablamos es bonito tener esos momentos ya que nos identificamos más con la letra, y para quien no lo habla también es interesante y quizá hasta algo exótico escucharlo.

– ¿Hubo una libertad completa para crear?
– Definitivamente. Arjen me envió sus ideas de las canciones y me dio libertad absoluta para hacer lo que quisiera con las melodías y las letra. Ffue un gran halago para mí tener su completa confianza para explorar mis ideas.

– ¿Cómo fue la experiencia de componer en una lengua que no es la madre?
– Fue un reto. Obviamente no tengo todas las herramientas para expresarme como en el español, pero me facilitó otras cosas como por ejemplo expresar ideas más directas y concretas.

– Cuéntanos sobre la grabación del video para “Out in the Real World”. Se ve que hubo un nivel de producción importante.
– Así lo fue. La producción fue sumamente profesional y el equipo de filmación se portó maravillosamente. Todo fue grabado en el hermoso castillo de Chimay, Bélgica, y sus alrededores. La grabación se llevó a cabo en un día. Muy largo (ríe), pero el staff se encargó de hacer todo lo más fácil y cómodo para nosotros.

– ¿Cuándo estará a la venta de DVD de Stream of Passion y que contiene?
– El DVD saldrá el 19 de junio. Además de contener el concierto completo que tuvimos en Rijssen, Holanda -tanto en estéreo como en 5.1- incluirá material “tras bambalinas” tanto la gira como de la filmación del video, el video de “Out In The Real World”, una galería de fotos y un diario de la gira.

– Has cantado con tu hermana en algunas presentaciones. ¿Ella también se dedica profesionalmente a la música?
– Sí, aunque su fuerte es más bien por el rumbo del teatro musical. Es además excelente actriz y bailarina. Esta experiencia le ha ayudado muchísimo ya que ha aprendido bastantes cosas de la gira. Me hace muy feliz que podamos compartir esos momentos.

– ¿Crees que tu colaboración con Arjen Lucassen ha potenciado a Elfonía?
– Sí, en muchos aspectos. No sólo nos ha ayudado a darle mucha más difusión a nuestra música, sino que la experiencia de trabajar con él nos enseñó muchísimo: como trabaja él su música, aspectos técnicos de grabación. Ha sido una experiencia realmente enriquecedora.

– ¿Cuáles son los planes más próximos con Elfonía?
– Pensamos volver a los escenarios después de regresar de tocar con Stream of Passion este verano. También hemos estado trabajando ya en bastantes nuevas ideas musicales. Tenemos mucha inquietud por seguir componiendo.

– Has probado distintos registros y géneros, ¿te atrae la idea de hacer un disco como solista?
– Sí, es algo que últimamente he estado considerando bastante. Todavía no tengo planes concretos, me gustaría definir bien qué rumbo tomar y dedicarle un buen tiempo a desarrollar ideas.

– ¿Piensas que tu performance en inglés abre nuevas dimensiones? Porque siento que tu voz “crece” al escucharte en ese idioma. Quizá sea también la fuerza de la costumbre.
– Creo que sí. En general, siento que he crecido bastante como cantante en los últimos meses. El haber tenido mucho trabajo y adquirir tanta experiencia con la gira ha sido fabuloso. Me siento muy contenta de sentir que sigo avanzando.

– Antes de despedirnos, tenemos esperanza de escuchar en vivo a Marcela Bovio?… Con cualquiera de sus bandas.
– ¡Espero que sí! Aún no hay nada en papel, pero estoy segura sería una gran experiencia. He escuchado maravillas del público chileno, espero con ansias tener la oportunidad de tocar en un escenario por allá. ¡Saludos!

Publicado en junio de 2006

Libro revela la participación de las mujeres en el metal

Ya asomaban su nariz en los ochenta, pero no fue sino hasta la siguiente década cuando se colocaron de igual a igual con sus colegas hombres. Theatre Of Tragedy, The Gathering y Nightwish probaron que las mujeres no eran sólo la chica desnuda que decoraba una carátula o hacía más atractivo un video poblado de tipos en chaquetas de cuero montados en motocicletas. Llegaron para ganarse el respeto de ellos y el público.

Marta Samitowska, reconocida en Holanda por sus comentarios de conciertos y entrevistas a las estrellas del fulgurante firmamento de las vocalistas, reunió material recopilado por años en un volumen más que interesante. Ella misma afirma que no pretende escribir la historia del género femenino en el metal, sino retratar el momento actual principalmente en su país de residencia -Marta es polaca de nacimiento- pues es donde más se ha acentuado la tendencia de incorporar mujeres.

“Power And Majesty” no es un relato cronológico, sino un libro dividido en cuatro capítulos que abordan distintos temas: los primeros coqueteos de las chicas con el rock, el compromiso de tocar en una banda, la mecánica de la composición y la apariencia sobre el escenario. Quienes revelan sus experiencias son conocidas intérpretes como Liv Kristine, Floor Jansen, Anneke Van Giersbergen, Tarja Turunen, Simone Simons, Angela Gossow, Sharon Den Adel, Cristina Scabbia y Sarah Jezebel Deva.

Diversidad es la primera apreciación de la autora. Aunque a simple vista pareciera que todas caben dentro de un mismo saco, existen rasgos distintivos. Uno importante es la formación. Tarja Turunen es el clásico ejemplo de una cantante de escuela. Partió en la Music Academy de Finlandia y continúa en la Karlsruhe University en Alemania. Floor Jansen siguió estudios de canto popular en la Rock Academy y de canto lírico en el Conservatorio de Tillburg.

Al reverso de la moneda, están las autodidactas. Cristina Scabbia, la sensual frontwoman de Lacuna Coil, nunca tomó lecciones de canto, aunque no descarta aprender técnicas de respiración en el futuro. Otra que tampoco supo de profesores es Sarah Jezebel Deva. La vocalista de sesión de Cradle Of Filth solía imitar el estilo de Mariah Carey y cuando participó en Therion fue entrenada por cantantes líricas, como el resto del coro.

Si el “rostro” de la banda es una mujer, un punto que atrapa miradas es la apariencia. Aunque con cada álbum de The Gathering parece nacer una nueva Anneke, lo cierto es que los cambios surgen más de la necesidad individual de verse diferente. Sharon, de Within Temptation, tiene un sello de fábrica: los vestidos. Una moda copiada por Floor en la gira del primer álbum de Alter Forever, pero que luego trocó por un estilo más personal.

Las letras son otro punto abordado. Tarja Turunen se define como una “mensajera” de las canciones escritas por Tuomas, el tecladista y cerebro de Nightwish. También lo es Sabine Edelsbacher, vocalista de la banda austriaca Edenbridge. No así Angela Gossow, quien tiene una clara conciencia sobre el acontecer político que devela en sus composiciones; Dawn Desiree, ex cantante de Rain Fell Within, para quien lo primordial es expresar sentimientos, como lo es para Kimberly Goss, de los fineses Sinergy.

Pero como hay características personales, un factor unificador fue la crianza en familias donde la música estuvo a flor de piel. Sharon Den Adel, tuvo una aproximación de la mano de los clásicos: Santana, Deep Purple, Queen y Pink Floyd. A Liv Kristine la marcaron los álbumes de Black Sabbath de su padre, aunque ya en el vientre materno los progenitores de la diva probaron el publicitado “efecto Mozart”. Como rebelde sin causa, Angela Gossow tuvo su primer contacto con el metal más extremo de Morbid Angel y Napalm Death.

El libro tiene la virtud de refundir una buena cantidad de información. Tanta, que Marta trabaja en la segunda parte, con intervenciones de Kari Rueslatten, Ellen Schutyser de Sengir, Saskia Van Heugten de Morning y al menos tres intérpretes de agrupaciones polacas.

Matos, genio y figura

Jorge es igualito a André Matos. Eleva la voz a límites tan agudos como el ex vocalista de Angra, su sonrisa es idéntica y su cabello largo como el del carioca. Incluso habla un fluido portugués. Mientras esperamos más de dos horas por la apertura de las puertas del teatro, observar un ejemplar criollo del cantante es una buena entretención. O escuchar a un grupo de seguidores del charlatán Jorge Castro De La Barra relatar con pelos y señales sus absurdos comentarios.

Y es que para quienes aguardamos por más de dos años este concierto, no fue más que una burla tenernos en la calle hasta poco antes de las nueve, cuando el comienzo del show estaba programado para esa hora. ¡No hay derecho! Lo espectacular fue que el tiempo perdido pasó a mejor vida con una memorable actuación de Shaman. De veras. Porque la banda dedicó su tiempo sobre el escenario a tocar íntegramente las canciones de su latino primer álbum.

Sólo dos temas de Angra, “Lisbon” y “Carry On”, más “Mr.Crowley” de Ozzy Osbourne, completaron el play list. Una apuesta exigente, pues cuando han transcurrido un par de años desde el lanzamiento del disco, la imagen del virtuoso vocalista todavía aparece asociada al desintegrado grupo brasileño. El público así lo siente. No más de mil personas llegaron hasta el Providencia. Aunque por fidelidad no quedaron atrás.

Desde su primer concierto en Chile, en ciernes en un casi vacío Estadio Víctor Jara, Shaman ha visto notorios progresos. La visceral presentación de aquella vez cedió lugar a un show contundente, sin ser pretencioso. Matos luce por su voz, ¡era que no!, dominio del espacio y dotes en el piano. La banda por la sensibilidad impresa en un manojo de canciones de inspiración sudamericana. Aunque, por más de una nariz, el espectáculo es Matos. Genio y figura.

Publicado en junio de 2004

La voz que sobrecogió al Providencia

Sublime. Simplemente sobrecogedor. Así fue el primer concierto ofrecido por los holandeses The Gathering en Chile, el martes 24 de febrero en el Teatro Providencia de la capital. El ecléctico show de dos horas de duración, orquestado por la bellísima voz de Anneke Van Giersbergen, tuvo encantado a un público de casi dos mil personas, quienes paradójicamente compraron sus boletos para el segundo recital, pues el programado para el día 25 agotó entradas con dos semanas de anticipación.

La banda que en 1998 estuvo a punto de visitar tierra chilena, pero canceló a último minuto por razones desconocidas por los músicos, según comentaron en la conferencia de prensa ofrecida en un sobrio hotel de tres estrellas del centro capitalino, arribó el mismo martes 24 en la mañana. El cansancio del largo viaje desde México, donde tocaron en el Monterrey y el Distrito Federal, no se notó para nada sobre el escenario. Sólo buenos argumentos musicales y nada de efectismos llenaron la noche de recital.

A las 21.15 horas, las azules cortinas de terciopelo se abrieron para la aparición de los cinco integrantes de la banda, quienes visitan Chile dentro del itinerario de la gira Sleepy Buildings, mismo nombre de su último álbum, una grabación semi acústica de lo mejor de su repertorio. Sin embargo, el espectáculo fue mucho más enchufado que desconectado. La banda interpretó temas de todas sus producciones: “Nighttime Birds”, “How To Measure A Planet?”, “If Then Else” y “Souvenirs”.

Una inusual disposición de los instrumentos sobre el escenario -la batería ocupaba un costado y no el centro- acogió a la banda que deambuló entre guitarreos rockeros, sonidos electrónicos y solos de teclado y voz que enmudecieron el recinto por la conmovedora voz de Anneke, quien a pesar de escribir letras melancólicas siempre mantiene una sonrisa en sus labios. En su limitado español, agradeció a los chilenos por su amabilidad.

Aunque todos los temas impresionaron al público, fue recién con “On Most Surfaces” cuando la gente despertó para cantar junto a Anneke el primer corte de “Nighttime Birds”. La emotiva balada “Saturnine” marcó otro punto alto de la noche. Luego, los más clásicos temas de “Mandylion”, el disco de 1995 que colocó a la banda a la vanguardia del metal, hicieron arder el copado teatro. “Strange Machines”, con Marjolein como segunda guitarra, y “Eleanor”, interpretados al hilo después del bis número dos, fueron el mejor cierre para un show in crescendo.

The Ahora, la banda regresa al hemisferio norte, a Miami y Nueva York, y planea estar en tour hasta abril, con fechas en Grecia y algunos festivales internacionales europeos. También hará la música para un filme de animación japonesa y no descarta lanzar en DVD el registro de “Sleepy Buildings”. Afirman que existe una notable diferencia con el público de Estados Unidos, mucho más quieto, en contraste con la pasión de los chilenos. Y no revelan detalles sobre su próximo disco. “Es una sorpresa”.

PRENSA Y FANS
Originalmente programada para el martes pasado mediodía, el cansancio de la banda postergó el esperado encuentro con la prensa local. Ciudad Metal no descansó hasta obtener las primeras imágenes del grupo con sus seguidores chilenos, alrededor de las cuatro y media del martes, cuando luego de dormir tras el agotador viaje salieron rumbo a la prueba de sonido. Primero Rene, luego Frank, Marjolein y Anneke, la más codiciada por los fans.

Amables y relajados, aceptaron tomarse todas las fotografías solicitadas por una decena de fanáticos y estampar su firma en montones de discos. Vestida con una bata de flores, jeans celestes con doblez y zapatillas rojas, la carismática Anneke sorprendió por su sencillez y su frágil figura. En un inglés primitivo en algunos, avanzado en otros, los fans preguntaron cuan largo fue el viaje, cuánto tiempo estarían sobre el escenario y por qué no actuaron en Chile en 1998.

Hans fue el último en salir del hotel y colocar su rúbrica en los rayados álbumes, objetos de colección para sus incrédulos dueños. Luego de la improvisada sesión de autógrafos, los músicos abordaron el vehículo que los esperaba desde mediodía para trasladarlos al Providencia. El miércoles, en el salón de conferencias del Hotel Montecarlo, la banda posó para reporteros y respondió preguntas. Allí estuvimos y aquí las declaraciones de los músicos.

– ¿Es muy grande la diferencia entre el público chileno y el de Estados Unidos?
Anneke: Son muy diferentes. Acá son muy apasionados, es muy loco. Allá les gusta la música, pero son más tranquilos.

– Anneke, ¿por qué siempre pareces tan feliz y sonriente sobre el escenario?
Anneke: (ríe) Es raro. Nuestra música es oscura, pero nos sentimos felices al tocarla. Estamos frente a miles de personas, ¿cómo no estar feliz?.

– ¿Cómo enfrenta el resto de la banda el protagonismo de Anneke?
Hans: No tenemos un ego tan grande. Somos una banda y todos tenemos una función. Mucha gente piensa que Anneke lo hace todo, pero esa sólo es gente tonta.

– ¿Cuál es el disco de The Gathering preferido por cada uno?
Rene: “Mandylion”.
Anneke: “How To Measure A Planet?”, porque hubo un montón de nuevas ideas.
Hans: “How To Measure A Planet?”, por lo mismo.
Marjolein: Para mí es un poco distinto. Conocí a The Gathering con “Mandylion” y por eso es el disco que más me gusta.
Frank: “How To Measure A Planet?”.

– ¿Se sienten creadores de una escuela de bandas lideradas por voces femeninas, como Within Temptation o Evanescence, en Estados Unidos?
Anneke: Es difícil decir si fuimos los primeros. Estuvimos en el lugar y tiempo correctos, pero es difícil afirmar si fuimos los primeros.

– Anneke, ¿has pensado en una carrera solista?
Anneke: Es difícil decirlo.

– Anneke, ¿desde cuándo son amigas con Cristina Scabbia, de Lacuna Coil?
Anneke: Con Cristina nos conocimos en 1998 y siempre nos enviamos correos electrónicos y mensajes de texto de celular. Cuando estamos de gira o ellos van a Holanda nos vemos.

Descargar “Broken Glass”, versión piano, 24 de febrero

Publicado en febrero de 2004

La bestia no le teme al martes 13

Ni el fatal martes 13 pudo contra la pasión heavy metal. Parece sólo ayer cuando Bruce Dickinson envalentonó a 15 mil chilenos en Santiago. Dos años después, la voz privilegiada del heavy metal, el hombre de los pantalones de cuero ajustados y físico infatigable corrió sin cesar casi una hora y media por el gigantesco escenario montado en la Pista Atlética del Estadio Nacional. Fue la detención en Santiago de la gira “Dance Of Death”, el último disco de estudio de la mítica banda inglesa.

Lejos quedaron los recuerdos del débil sonido del año 2001, cuando los reunidos músicos mostraban su nueva producción de entonces, “Brave New World”. La noche del martes todo fue impecable. La escenografía, el calabozo de un siniestro castillo custodiado por dos verdugos. El repertorio, una selección de canciones del álbum más reciente y varios clásicos coreados a voz en cuello por 15 mil personas vestidas de camisetas negras.

Antes de las nueve y media, los británicos estaban en el escenario luego de la penosa actuación de los chilenos Witchblade. Dickinson y compañía, los guitarristas Adrian Smith, Dave Murray y Janick Gears, el bajista Steve Harris y el baterista Nicko McBrain partieron con “Wildest Dreams”, del último disco, y continuaron con una seguidilla de éxitos: “Can I Play With Madness”, “The Trooper”, “Hallowed Be Thy Name” y el súper clásico “Fear Of The Dark”.

Iron Maiden no vive de añejos buenos tiempos. “Tocamos mejor que en los ochenta” dijo Dickinson en la conferencia de prensa tras su arribo a Chile. Y dos álbumes de excelente factura son la prueba. Del “Brave New World” la banda interpretó la canción homónima y del “Dance Of Death” los temas “Rainmaker”, “Dance Of Death” y “No More Lies”, uno de los cortes más épicos de la placa discográfica. Quizá otro himno para la extensa lista de la “Doncella de Hierro”.

Dickinson nos aseguró que somos un “público jodidamente especial”. Y, agregó, “mientras exista Iron Maiden siempre habrá un concierto en Chile”. ¿Qué más?, combustible para fanáticos ansiosos de un show sin fin. Pero todo lo bueno acaba, reza el refrán popular y a eso de las 10.30 la banda hizo su primera retirada. Falsa alarma, porque regresaron con un acústico “Journeyman” y “The Number Of The Beast” y “Run To The Hills” para el cierre. Igual que dos años atrás.