Álbumes imprescindibles: rock de garage

Grateful Dead
The Grateful Dead
1967

Debut de una de las bandas más conocidas de San Francisco. Formada por Jerry García (voz y guitarra), Bob Weir (guitarra), Phil Lesh (bajo), Ron “Pigpen” McKernan (tecladista y armónica ocasional; fallecido en 1973) y Bill Kreutzmann (batería), destacan por sus largas giras y registros en directo más que por sus álbumes de estudio. Este disco fue grabado en Los Ángeles en sólo cuatro días, bajo la producción de David Hassinger, ingeniero del “Satisfaction” de los Rolling Stones y del “Surrealistic Pillow” de los Jefferson Airplane. Basados en el blues y el folk, el disco contiene canciones sencillas y simples, pero muy agradables de oír, como “The golden road (To unlimited devotion)”, “Good morning little school girl”, “Cream puff war” o la psicodélica “Viola Lee Blues”, probablemente la más interesante del disco con diversas improvisaciones bluseras en guitarra.

The Stooges
The Stooges
1969

Primer álbum de Iggy Pop con su banda The Stooges, formada por los hermanos Asheton (Ron y Scott) y Dave Alexander. A diferencia de otros grupos de fines de los 60, se adelantan al punk y hacen un rock bastante duro junto a artistas como MC5, Ted Nugget, Bob Seger o Mitch Ryder. Producido por John Cale, contiene excelentes temas como “1969”, “I wanna be your dog” o “No fun”, que posteriormente versionarían grupos punk. Un registro imprescindible para quien quiera conocer los inicios de Iggy Pop.

The Stooges
Fun House
1970

Uno de los álbumes más incendiarios y destructivos de la música dura hecha en Detroit. Producido por Don Gallucci, muestra a un Iggy Pop furioso que no para de aullar. El álbum comienza con las atronadoras “Down in the street” y “Loose”, seguida por una desesperante voz en “TV eye” y “Dirt”, tema lento de unos siete minutos que cierra la cara A y en el que destacan la guitarra wah-wah de Ron Ashenton y los repetitivos bajo y batería de Dave Alexander y Scott Ashenton, respectivamente. La cara B, mucho más violenta, comienza con “1970”, cuando aparece el saxofón desgarrador de Steve McKay, seguida de “Fun House”, tema con riffs conitnuos e Iggy Pop vociferando. El álbum concluye con “L.A. Blues”, que mezcla todos los instrumentos formando una especie de muro musical. Uno de los mejores discos que han hecho los Stooges e Iggy Pop, superior a “The Idiot” o “Lust for life” de su carrera solista. ¡¡Toda una obra maestra!!

Por Morte Lunaris
Abril, 2009

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