“Chi-chi-chi, le-le-le, viva Chile”, repetía la relajada bajista de The Gathering antes de retirarse del escenario de un Teatro Caupolicán atestado de devotos fanáticos de banda holandesa. El gesto refleja la simbiótica relación establecida entre los músicos que visitaron el país por primera vez en 2004, lo repitieron en 2006 y 2007, cuando registraron un DVD, y reincidieron, esta vez en formato benéfico, apenas supieron de la reciente catástrofe.
Muchas cosas han cambiado en el entretiempo. Chile intenta reponerse de un cataclismo que fracturó sus cimientos, o puso de manifiesto cuan débiles eran, mientras The Gathering regresaba al ruedo luego de un receso provocado por la dimisión de Anneke Van Giersbergen, la talentosa mujer junto a quienes compusieron algunos de los más sublimes pasajes del rock atmosférico y consolidaron un estrecho nexo con esta fracción de tierra al sur del mundo.
No obstante, a las 21 horas del domingo 11 de abril la magia emanada de la música de los holandeses demostró que permanecía inalterable. La mística de los europeos llenó todos los espacios cuando los hermanos Hans y René Rutten interpretaban la energética e instrumental “When Trust Becomes Sound”, con el público ovacionando a rabiar a medida que los demás integrantes se incorporaban en sus respectivos puestos.
Silje Wergeland, la noruega de Octavia Sperati, ingresó acariciando las teclas de un piano, mientras dedicaba su grácil sonrisa al público que asistía a la velada por la cual la banda no cobró ni un peso de honorarios. “No One Spoke” fue su debut ante los chilenos. Y la cantante de profundos ojos azules deleitó a la audiencia chilena con un timbre tan dulce como el de su antecesora, pero también muy personal.
La delicadeza y la capacidad emotiva se mantienen. Aunque no es fácil calzar aquellos zapatos, la elección de The Gathering no pudo ser más acertada. A ratos parecía que era la propia Anneke, por la similitud de ambas voces y el sortilegio en que envuelven al público gracias a su sola interpretación. “In Motion #1”, “Leaves”, “Analog Park”, “On Most Surfaces” y “Saturnine” sonaron tan directo a los sentidos como siempre y fueron cantados a coro por una entusiasta audiencia.
Silje ofreció una notable presentación de los temas de su primera placa junto a The Gathering. “A Constant Run” y “All You Are“, por ejemplo, crearon instantes animados, en tanto “No Bird Call” generó un momento tan íntimo y melancólico que se perfila como un nuevo clásico en esa veta. De hecho, la intérprete lo dedicó a quienes sufrieron el drama ocasionado por el sismo del pasado 27 de febrero.
Además de la taquilla que será canalizada a la víctimas a través de Cruz Roja y Chile Ayuda, el espectáculo generó sobre un millón de pesos para la Corporación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), en específico la caleta de Pichilemu, mediante la rifa de una guitarra marca Eastwood propiedad de René, poleras, discos autografiados y cinco meet and greet dobles válidos una vez terminado el concierto.
En el hall de acceso una convincente dirigenta de los pescadores alentaba a los asistentes a comprar adhesiones por un mínimo de mil pesos. Ella misma subió al estrado a agradecer a la banda, de quienes es probable no haya tenido noción de su existencia por lo que saludó con un simpático “The Jatering”, y efectuó el sorteo junto a personas del fans club chileno. El show continuaba para concluir con “Travel”, las reverencias, los adioses y el “ce-hache-i” de Marjolein.
Cuando estrellas del pop donaban un mezquino porcentaje de sus ganancias, The Gathering dio lección de nobleza al montar en tiempo récord un show que en otras circunstancias hubiese demorado meses. Lo rockeros holandeses, a diferencia de tantos que vociferan amor por esta nación quedándose solo en sus vacías palabras, ha logrado empatizar con el dolor ajeno, una cualidad que explica con holgura las honduras de su música.
Fue un ambiente mágico, un hermoso cuento con feliz final.
Silje con su hermosa voz y sencillez nos robó el corazón, pero… Anneke es irreemplazable.
Slds queridos rockeros.