Lefutray
Frente al fin
Independiente
2008
A mediados de los ochenta, una banda thrash sentenció “speak english or die”. Dos décadas después, a menos que integres un grupo folk proveniente de Rusia o Finlandia, la industria continúa hablando una única lengua. Y no obstante las dificultades para externalizar un producto que, atendiendo las limitaciones del mercado local, está forzado a golpear otras puertas, Lefutray se atreve a romper la regla tácita de componer en inglés.
Pero la banda no sólo canta en castellano, sino que hace hincapié en sus raíces. De allí el nombre, una adaptación de lo que en mapudungun sería “sonido rápido”, y el espectro de problemas abordados en su álbum debut. Inscrito en lo que sería el hardcore/thrash, Lefutray recuerda la cadencia e inspiración de coterráneos como Dracma o 2X, que tradujeron en música rabiosa la insatisfacción generada por la inequidad social en un país donde reinan la injusticia y la corrupción.
Pasajes de batería aplastante, una voz profunda y desgarradora, aunque comprensible en lo absoluto y que por instantes coquetea con la declamación del rap, y el respaldo de un robusto juego de cuerdas constituyen una adecuada síntesis de esta placa. La carencia de costumbre entre el público, habituado a oír canciones interpretadas en idiomas ajenos, obliga a bandas como Lefutray a duplicar el esfuerzo para igualar la sonoridad que nos ha hecho pensar que el inglés es el lenguaje universal de la música extrema. Y éste es un buen comienzo.