La ultima visita de los holandeses a Chile deja una grata sensación. Es que cuando todo sugería que la incorporación de la vocalista Silje Wergeland tras la salida de la talentosa Anneke van Giersbergen no ofrecía demasiadas proyecciones, el más reciente concierto ofrecido en la capital tapó la boca a cualquier rumor fatalista. Es que la banda hace lo que quiere sobre el escenario. No maneja recetas ni fórmulas y su última placa contiene una variedad de elementos que ante todo posee ese aire inconfundible a The Gathering.
La intérprete noruega encajó como anillo al dedo y es a todas luces un aporte. Silje no reemplaza ni tampoco imita. Su timbre dulce y versátil otorga emotividad y calidez a las nuevas composiciones y hace suyas clásicas como “Leaves”, “Eleanor” y “On Most Surfaces”. Sinceramente, desde la versión anterior -The Gathering x Chile, concierto cuyas ganancias fueron por completo en ayuda de las víctimas del terremoto- no extraño para nada a Anneke. Quizá porque los últimos discos con ella al frente no me agradaron ciento por ciento y porque “The West Pole” es un trabajo muy íntimo y alineado hacia un rock más pesado. La asociación con la época de “Mandylion” es inevitable.
Es tan así que el concierto comenzó retando a las bajas temperaturas y a un público débil producto del frío y la distancia de quienes no ven a la banda sin Anneke, pero terminó en medio de la efervescencia gracias al notable manejo de los europeos. La propia Silje hizo notar que por su origen escandinavo conoce muy bien de inviernos y que ninguna ola polar la amedrentaría. Y aunque el lleno anterior en el mismo Teatro Caupolicán permanecía en el recuerdo, la banda poco a poco cautivó a la audiencia y encendió la noche con interpretaciones magistrales de sus hits e inspiradas versiones de temas nuevos que apuntan para clásicos. Como estreno absoluto en estas latitudes, el sencillo “Heroes for Ghosts”, pieza que traspasa los 10 minutos de duración y transporta al oyente a través de una montaña rusa de emociones. Merece la pena revisar el video clip oficial.
Rene turnaba sus guitarras, entre una Telecaster y una Les Paul, mientras la sólida base de batería y bajo provista por Hans y Marjolein dosificó la energía durante todo el show. El empleo de las intensidades es único y majestuoso. Aquí sí hablamos de generar atmósferas y conseguirlo en vivo tiene un valor especial. Los sintes, midis y el ebow crean pasajes que trasladan a lugares desconocidos, mejor de lo que haría un buen filme. Se agradece la entrega y la sencillez de músicos de la talla de The Gathering. El futuro es auspicioso e inexplorado para esta banda.
Por Sergio Evans
Fotos por María Loreto Correa