Agujas, tinta y la capital criolla del surf. Un cóctel irresistible para la veintena de tatuadores que asistió a la segunda versión de la Convención Pichilemu Ink, celebrada durante los días 1 y 2 de febrero. Los participantes desarrollaron obras en las categorías negro y gris, full color, tradicional, oriental, realismo y dark side. En la jornada también hubo una muestra de suspensión corporal en manos de Javier Fingazz, Mauricio Torres y otros modificadores sudamericanos y graffiti a cargo de Philippe Carrera.