Review: Kursed


Kursed
In Thy Labyrinths Of Death
Australis Records
2010

Kursed es el proyecto unipersonal de Lord Nocturne Griffart, guitarra, bajo y voz y ex integrante de Meggido. Dadas sus características, es un trabajo que bien puede seducir a los amantes del black metal sin pulcritudes o del mismo modo desagradar a quienes la emulación de las condiciones de otra época les parece un sinsentido.

“In Thy Labyrinths Of Death” posee un sonido muy sucio, imagino que producido de modo intencional inspirándose en la precariedad en la cual trabajaron personajes esenciales para esta escena, como el sueco Bathory. Una postura que no comparto, pues estimo que el metal debe apropiarse de las mejores herramientas y esta reproducción de las carencias de una era es un simple capricho anacrónico. El álbum debió ofrecer un sonido superior.

Los puntos más altos del disco son aquellos pasajes melancólicos más próximos al doom. Tal es el caso del último corte, “Kursed”, un tema que presenta una guitarra trágica y melódica capaz de despertar en el oyente un sentimiento angustioso e invernal. Esta veta es la que debiese indagar el autor en futuras obras, ya que el otro camino, el del abuso del blast beat, no alcanza la misma densidad emocional.

No está demás valorar la tenacidad del creador, que demuestra que no importa cuántos haya. A veces solo una persona es suficiente a la hora de hacer música.

Por Sergio Evans

Review: Dying


Dying
Bizarre And Bloody Tales (director’s cut)
Australis Records
2010

El primer trabajo de larga duración de esta banda nacida en el ocaso de los noventas es categórico en su definición de un estilo feroz de hacer death metal. Ya desde “How To Cook A Human”, el sencillo que abre los fuegos y para el cual rodaron un video clip dirigido por la realizadora Morita Bastías, queda establecida la vocación agresiva del quinteto metropolitano. Su propuesta es cruda, directa, sin aditivos.

Si bien Dying cultiva un grindcore clásico inspirado en el horror, esta placa ofrece interesantes quiebres proporcionados por ciertos elementos técnicos, en especial en las guitarras, que hacen difícil rotular al grupo como ciento por ciento brutal death metal. En ese panorama destacan los segmentos heavy logrados por el uso de armonías en las seis cuerdas y los guiños al death melódico a través de la alternancia de tiempos medios y ráfagas ultra rápidas en batería.

En lo vocal se distinguen dos líneas, una de tipo black metal y otra gutural propia del estilo. El sonido no desmerece en nada a símiles internacionales y los instrumentos aparecen nítidos para quien escucha. En lo personal, mi tema favorito es el número ocho, “Necrophilical Tales From The Morgue”, porque evoca el espíritu de bandas emblemáticas como Death, Morbid Angel y Cannibal Corpse.

“Bizarre And Bloody Tales (director’s cut)” es un material correcto con algunos momentos notables. No obstante, pienso que en este género queda paño por cortar. Aunque sus parámetros parecen estar tallados en piedra en forma de mandamientos, la tarea pendiente es la innovación. Si tal como a fines de los ochenta la consigna de cada quien es ser más veloz y más violento, el espacio para integrar algo de individualidad es escaso. Dejo la inquietud.

Por Sergio Evans

El adiós de Theatre Of Tragedy

No había caso. Ni aunque hubiesen encontrado en la chilena a la audiencia más cálida de su carrera, al terminar su set el dúo vocal de Theatre Of Tragedy no podía pronunciar la consabida frase “regresaremos pronto”. En el epílogo anunciado de su carrera, los noruegos protagonizaban una gira de despedida que los trajo a territorios inexplorados para interpretar un repertorio variado con consideró el melancólico inicio y la etapa más pop.

Nos preparábamos para ver por primera y única vez a los pioneros de la fusión de voces femeninas permanentes con guturales masculinas -Paradise Lost en “Gothic” y Anathema en “The Crestfallen” lo habían anticipado-, a comienzos de 1993 junto a Third And The Mortal y The Gathering, en un estilo que algunos denominarían “la bella y la bestia”. ¡Qué mejor final con un público que aplaudió y disfrutó de la entrega total de la banda!

Aunque los nacionales Sacramento tocaron ante escasas personas en su presentación de apertura, a pocos minutos de la salida de los escandinavos los asistentes se multiplicaron hasta sumar los suficientes para brindar un concierto en condiciones apropiadas. La banda presentó un setlist que incluyó clásicos de sus primeros álbumes como “Cassandra”, “Lorelei”, “A Hamlet for a Slothful Vassal” y “And When He Falleth”, otros de sus discos más electrónicos “Musique” y “Assembly” y también temas de las dos placas en que participó Nell Sigland: “Storm” y “Forever Is The World”.

No fue novedad el impacto generado en los músicos por la apasionada concurrencia, quizá preguntándose si en verdad era la hora de terminar la banda. Ninguno de los siete integrantes dejó de manifestar alegría y entusiasmo frente a los fans que pedían más temas y en un arrebato inclusive lanzaron un corpiño.

Los momentos sobresalientes estuvieron en las interpretaciones más clásicas. Allí el grupo mostró esos pasajes densos y nostálgicos muy doom/death metal, conseguidos gracias a la potente voz de su frontman, Raymond Istvàn Rohonyi, en una brutalidad quebrada por los sutiles toques de Nell. Fue una noche en que a ratos aparecía la esencia de su vocalista insigne Liv Kristine, aunque Sigland no tiene nada que envidiar a su antecesora.

Ya de regreso en un bis y como cierre de una era, Nell se dirigía a la audiencia para señalar que “parece que nada es para siempre, ni siquiera esta banda”. Nada, “excepto el mundo”, o “Forever Is The World”, la canción homónima de su último larga duración. Habiendo estrechado las manos de los fans, los músicos posaban sosteniendo una bandera chilena, de espaldas al público, retratándose para una posteridad que ya comenzó.

Por Sergio Evans
Fotos de María Loreto Correa

Review: Inquisición


Inquisición
Opus Dei
Exumed From The Grave
2010

La primera impresión respecto a “Opus Dei”, el quinto disco de Inquisición, es que se oye muy de verdad. Pulsar el botón de play es casi experimentar el sonido que la clásica banda chilena ofrece en vivo. Durante los últimos meses he tenido el privilegio de verlos en concierto unas cuantas oportunidades, cuando dentro del setlist incluyeron varios adelantos de este lanzamiento. La fuerza es la misma, ya sea en estudio o en directo.

De lleno en la música, se advierte una clara influencia de bandas pioneras del heavy metal como Judas Priest, Iron Maiden y Ozzy Osbourne. El trabajo de arreglos sigue esa línea, pero no se encasilla solo en ella y en muchos pasajes el disco recuerda cosas más rockeras al estilo de Tumulto, como sucede en el tema “Sin Dinero”. La similitud se aprecia principalmente en las voces y las líricas de las tres canciones en español, además de la versión castellana del corte homónimo “Opus Dei”. Distinguida es la labor de Paulo Domic, pues este estilo requiere una voz con carácter y técnica sin perder energía, justo como haceel cantante.

Tema aparte es el rol de Manuel Schafler en las cuerdas, desarrollado a través de una vasta trayectoria como músico en Chile. En este disco se luce con riffs muy pesados pasando a partes melódicas y arpegios que sabe cómo ubicar en puntos precisos de temas como “Kill The Priest”. Sus solos son increíbles y hablar de Manolo es prácticamente faltarle el respeto.

Tal como mencioné al comienzo, “Opus Dei” posee algo especial y diferente a otras grabaciones tanto nacionales como internacionales disponibles en estos días. Pienso que es la búsqueda de un sonido más real, directo y natural. O sea, lo que se escucha es lo que los músicos tocan y lo que sus instrumentos les entregan. Aquí de nuevo el mérito es de Manolo, quien desplegó todos sus conocimientos en la grabación y producción de un disco excelente para amantes del rock, el heavy metal y la música en general. Totalmente recomendable y vayan mis felicitaciones a Inquisición por su arduo trabajo.

Por Sergio Evans

Público se cuadró con bandas chilenas en Carnivale of Metal

Desde que supimos de este evento empezamos a organizarnos para viajar y asistir. Varios factores lo hacían interesante. Por lo general y desde hace más tiempo de lo que llevamos como sitio acostumbramos a revisar eventos principalmente por gusto personal y en algunos casos al azar con la idea de descubrir algo interesante. En esta ocasión había de todo un poco: bandas que ya hemos visto y que son de nuestro agrado y otras cuyo desempeño en vivo deseábamos conocer.

Fue sorprendente llegar al Rock & Guitarras y ver que el público se acercaba al local ya dispuesto a recibir a la primera banda de la jornada. Minutos antes adquiríamos álbumes nacionales en el puesto de nuestros amigos de SickBangers y Australis, casa discográfica que se la juega al editar material chileno y que ahora asume una nueva faceta como promotor de conciertos.

Era hora de partir y cerca de unas ochenta personas se acomodaban para ver a TimecodE, quienes presentaron temas de su LP “Post Traumatic Stress Disorder”. Un sonido potentísimo y gran definición, ideal para interpretar cada corte de sus temas y apreciar esos detalles de la batería que como suele suceder se lucen más en vivo que en los discos. Una muy buena performance en vivo.

Se venía la segunda banda y el público duplicaba al de minutos atrás. Nuclear desplegó todo su vigor y ese característico sonido thrash “cogote de goma”. ¡Es que van directo al hueso! Nuclear nos dejó en el suelo, sin piedad ni descanso, mostrando un adelanto del nuevo disco provocadoramente titulado “Jehovirus” que lanzarán el 1 de julio en La Batuta.

Era el turno de Dying, quienes lanzaban su disco “Bizarre And Bloody Tales (the director’s cut)” e iniciaban su show con la proyección del video clip de “How To Cook A Human”, a un costado del escenario. Es un buen material, pero como crítica constructiva en el próximo trabajo audiovisual intentaría salir del formato típico y jugármela por algo más en el estilo de la banda. Dying mostró un death metal que a ratos adopta toques brutalísimos mediante el uso de voces ultra graves que logran ese característico sonido grueso. Si su participación hubiese sido algo más compacta cierran con nota siete.

Ya era hora de bajar el telón y los invitados fueron Poema Arcanvs, la consagrada banda que presenta su cuarto disco, “Timeline Simmetry”. Para desconcierto de los asistentes fue un show demasiado breve, pues al parecer hubo problemas con el local y debieron terminar de manera abrupta cuando se les informó del impasse, dejando tiempo para un tema más.

Sin contar este episodio, la primera edición de Carnivale of Metal ofreció una gran producción avalada por el apoyo del público, que suele mostrarse reacio a respaldar un espectáculo por entero sustentado en bandas chilenas. Éste es un ejemplo de esfuerzo y seriedad por parte de Australis Records, que se encargó de producir material multimedia extra para los asistentes, otorgando un plus al show y a las bandas de su catálogo. Es el mismo entusiasmo, seriedad y dedicación que Rodrigo Osorio, el responsable de la disquera, mostraba a comienzos de los noventa cuando de su mochila salían las placas de off-set con carátulas de discos y fotos por doquier. Felicitaciones y ojalá este tipo de proyectos se repita.

Por Sergio Evans
Fotografías de María Loreto Correa