Inquisición
Opus Dei
Exumed From The Grave
2010
La primera impresión respecto a “Opus Dei”, el quinto disco de Inquisición, es que se oye muy de verdad. Pulsar el botón de play es casi experimentar el sonido que la clásica banda chilena ofrece en vivo. Durante los últimos meses he tenido el privilegio de verlos en concierto unas cuantas oportunidades, cuando dentro del setlist incluyeron varios adelantos de este lanzamiento. La fuerza es la misma, ya sea en estudio o en directo.
De lleno en la música, se advierte una clara influencia de bandas pioneras del heavy metal como Judas Priest, Iron Maiden y Ozzy Osbourne. El trabajo de arreglos sigue esa línea, pero no se encasilla solo en ella y en muchos pasajes el disco recuerda cosas más rockeras al estilo de Tumulto, como sucede en el tema “Sin Dinero”. La similitud se aprecia principalmente en las voces y las líricas de las tres canciones en español, además de la versión castellana del corte homónimo “Opus Dei”. Distinguida es la labor de Paulo Domic, pues este estilo requiere una voz con carácter y técnica sin perder energía, justo como haceel cantante.
Tema aparte es el rol de Manuel Schafler en las cuerdas, desarrollado a través de una vasta trayectoria como músico en Chile. En este disco se luce con riffs muy pesados pasando a partes melódicas y arpegios que sabe cómo ubicar en puntos precisos de temas como “Kill The Priest”. Sus solos son increíbles y hablar de Manolo es prácticamente faltarle el respeto.
Tal como mencioné al comienzo, “Opus Dei” posee algo especial y diferente a otras grabaciones tanto nacionales como internacionales disponibles en estos días. Pienso que es la búsqueda de un sonido más real, directo y natural. O sea, lo que se escucha es lo que los músicos tocan y lo que sus instrumentos les entregan. Aquí de nuevo el mérito es de Manolo, quien desplegó todos sus conocimientos en la grabación y producción de un disco excelente para amantes del rock, el heavy metal y la música en general. Totalmente recomendable y vayan mis felicitaciones a Inquisición por su arduo trabajo.
Por Sergio Evans